Dos reclusas del pabellón 9 del Penal 6 de Paraná, Argentina, solicitaron ser trasladadas por temor a ser atacadas por Nahir Galarza, la joven que fue condenada a cadena perpetua tras comprobarse que mató a su pareja, Fernando Pastorrizzo.

Fueron Ludmila Soto y Griselda Bordeira quienes solicitaron el traslado. Sin embargo, esto se suma a una semana un tanto agitada para Galarza, quien acusó acoso sexual por parte de Soto.

De igual manera, Soto y Bordeira aseguraron que temen por su vida.

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Soto apunta a Galarza de estar planeando ahorcar a Bordeira y luego fugarse de la cárcel.

De acuerdo a lo señalado por Clarín, Soto puntualizó que "temo por mi integridad física (...) Galarza me mencionó la intención de atentar contra la humanidad de Bordeira. Que iba a ahorcarla con una toalla una de esas noches, y que tenía varias alternativas para terminar con su vida, pero temo por sobre todas las cosas que la interna se autolesione".

Además, comentó que no se siente tranquila. "Temo por mi salud psíquica, ya que no descanso lo encesario por temor a que ocurra una situación en horas de la noche, ya que Nahir no duerme, deambula por el pabellón en actitudes extrañas, como pararse sobre muebles, permaneciendo inmóvil".

"Ante la falta de respuestas acordamos con las restantes internas dormir por turnos como una especie de guardia, para cuidarnos entre nosotras", relató.

Y añadió que "temo por mi vida, tengo miedo de que mientras duermo atente contra mi vida, porque así lo manifestó".

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