Tras la suspensión de Dilma Rouseff por 180 días, Michel Temer asumió el poder y anunció de inmediato a su gabinete. Entre los elegidos hay algunos que han sido previamente investigados por posibles casos de corrupción, lo que ha despertado controversia en ese país.

Este domingo la orden de Abogados de Brasil señaló que los nombrados por el presidente interino que estén bajo sospecha de corrupción deben dejar sus cargos. Claudio Lamachia, presidente de la Orden declaró que "aquellos investigados no pueden ser ministros de Estado (...) contraría los anhelos de la sociedad", según informa EFE.

Además, indicó que la entidad que preside "evaluará el uso de los instrumentos jurídicos que caben para requerir la separación de sus funciones públicas de aquellos ministros que puedan convertirse en reos de la justicia"

Según Lamachia, el nuevo Gobierno debe ser "un ejemplo ético para atender las ansias de la sociedad y validar su legitimidad", por lo que la institución "exigirá que, diferentemente de lo anunciado, el nuevo gabinete sea compuesto por personas sobre las cuales no pesen dudas".

Entre los nombres que provocan sospechas se encuentran Romero Jucá, ministro de Planificación, Henrique Eduardo Alves, de Turismo y Geddel Vieira Lima, del Ministerio de la Secretaría.

Te puede interesar:

Inicia la era Temer con la promesa de rescatar a Brasil

Publicidad