El Ministerio Público brasileño y la Policía Civil de Río de Janeiro iniciaron una investigación a raíz de las denuncias de que parte de la población ha sido vacunada con aire, en medio de la campaña de inoculación contra el coronavirus en el país sudamericano.

Y es que durante la semana se viralizó un registro en el que una mujer es inoculada, pero en el video se ve que la jeringa no tiene prácticamente nada; y, tras eso, se fueron reportando más casos similares.

Los hechos denunciados se sitúan en Niterói, en la Región Metropolitana y en Petrópolis, en la Región Serrana, de Río de Janeiro y tras conocerse el caso, la Policía Civil comenzó las diligencias por eventuales “desviaciones” de dosis relacionadas con la vacunación.

En esa línea, indicaron que, si se confirma que ha habido una desviación de éstas, o cualquier otra irregularidad, los profesionales de la salud involucrados pueden ser multados por el delito de malversación de fondos, lo que podría dictar hasta 12 años de prisión.

Según consigna Globo, en Petrópolis, una enfermera fue escuchada diciendo que no se dio cuenta que la jeringa con la que vacunó a una persona estaba vacía, lo que alertó al propio servicio de salud donde se registró el hecho.

La profesional fue apartada de sus funciones y, tras eso, se abrió una investigación en el Consejo Regional de Enfermería.

De paso, el secretario de Salud del Estado, Carlos Alberto Chaves, manifestó que cualquier irregularidad detectada por la población debe ser notificada a los responsables del local de vacunación y que, si amerita, debe abrirse una investigación.

“Cuando se le notifica, el responsable de la vacunación en el lugar, tiene la obligación de ser notificado y se establece una investigación. La acción es inmediata incluso en el lugar. Si se encontró en el lugar y fue notificado por el usuario, el jefe del jefe de vacunación en el lugar tiene que hacer la investigación, investigar y notificar eso. Eso no puede pasar y quedarse ahí. No puede y no debe”, agregó Chaves.

Eso mientras que la fiscal Bárbara Nascimento apuntó que “la persona tiene derecho a ver que la aguja es desechable, tiene derecho a ver el líquido que se aspira del frasco, tiene derecho a acompañar toda la aplicación, y si quiere filmar, si quiere fotografiar, quiere una película o una fotografía de compañía, nadie puede detenerlo”.

Por lo pronto, la enfermera envuelta en el caso fue acusada de malversación e infracción de medida preventiva sanitaria, tras aplicar, efectivamente, una vacuna solo con aire a un anciano de 90 años en el autocine de la Universidad Federal Fluminense.

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