AFP

Activistas de varios países dijeron este miércoles en Perú, en la víspera de la llegada del papa Francisco, que no basta con pedir perdón a las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. 

"No basta que el papa pida perdón por los abusos a los niños cometidos por los padres pederastas, sino a decir la verdad, para contribuir a hacer justicia, que los culpables vayan a la cárcel", dijo el exsacerdote mexicano Alberto Athié, quien descubrió uno de los primeros casos de abuso del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. 

"Esperamos que el abusador sea sancionado, ahora que el Vaticano ha intervenido en el caso", declaró la estadounidense Anne Barret-Doyle, quien afirmó que ha habido encubrimiento en los casos de abusos sexuales perpetrados por líderes del grupo laico católico peruano Sodalicio de Vida Cristiana, intervenido por la Santa Sede hace una semana.

Los activistas, que llevaron una cruzada similar a Chile, primera escala de la gira del papa, lamentaron en una rueda de prensa que Francisco pidiera perdón a las víctimas de pederastia y luego participara en una misa concelebrada por el obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales de sacerdotes.

"La Iglesia Católica está muy implicada en la violación de menores, en encubrir esos actos y lo único que hace cuando hay denuncias es cambiar al culpable de zona", dijo el británico Peter Saunders, que integró la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.

En la reunión con la prensa estaban también el abogado estadounidense Tim Law, especializado en el tema; su compatriota Denise Buchanan, autora del libro Sins of the Fathers (Pecados de los padres); el alemán Matthias Katsch, quien dirige una asociación de víctimas de abuso infantil; y la ecuatoriana Sara Oviedo.

La activista ecuatoriana dijo que hace unos meses le enviaron un documento al papa pidiéndole que separe a los religiosos que han abusado de niños, pero "hasta ahora" no han recibido respuesta.

"Eso nos preocupa a todos", expresó Oviedo.

Hace una semana, el Vaticano intervino el Sodalicio de Vida Cristiana, fundado en Perú en 1971 y extendido a otros países, en medio de un escándalo por acusaciones de abusos sexuales contra cuatro de sus dirigentes, entre ellos su fundador, el laico peruano Luis Fernando Figari, de 70 años.

En diciembre, la fiscalía peruana solicitó prisión preventiva para Figari, refugiado en Roma bajo protección del Vaticano, y los otros tres dirigentes.

El papa argentino cumplirá una visita de tres días a Perú.

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