Sidney se enfrentaba a una "emergencia de salud pública" debido a las humaredas tóxicas causadas por los incendios que rodean la mayor urbe australiana desde hace semanas, indicaron este lunes fuentes médicas.

Más de una veintena de organizaciones profesionales de médicos, entre ellos la Royal Australasian College of Physicians -que agrupa a 25.000 médicos e internos- publicaron un comunicado común instando al gobierno a luchar contra esta contaminación atmosférica tóxica.

"La contaminación del aire en Nueva Gales del Sur es una emergencia de salud pública", reza el texto.

"La humareda procedente de los incendios generó una contaminación del aire hasta once veces superior a un nivel considerado 'peligroso', en algunas zonas de Sidney y de Nueva Gales del Sur", agrega.

Los servicios de salud de Nueva Gales del Sur registraron un aumento del 48% del número de personas que acudieron a las urgencias por problemas respiratorios.

Incendios continúan

Este lunes, los esfuerzos de los bomberos australianos para prevenir la propagación de un incendio forestal masivo en el noreste de Sidney con "retroceso" intencional controlado, provocaron inadvertidamente otro incendio que dañó al menos 20 propiedades, dijeron funcionarios.

El Servicio de Bomberos Rurales (RFS) de Nueva Gales del Sur (NSW) dijo que los bomberos perdieron el control de la operación al sur del "mega fuego" de Gospers Mountain y que este lunes continúa ardiendo.

Centenares de incendios forestales devastan Australia desde el mes de septiembre. Seis personas han muerto y unas 700  viviendas o casas y al menos tres millones de hectáreas han sido destruidas.

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