Al menos ocho personas murieron y 31 resultaron heridas este sábado en un ataque con cohetes en el centro de Kabul, cerca de la llamada Zona Verde, donde se encuentran las embajadas y las compañías internacionales, indicaron fuentes gubernamentales, que atribuyeron el ataque a los talibanes.

"Esta mañana, hacia las 08H40, los terroristas dispararon 23 cohetes contra la ciudad de Kabul. Las informaciones preliminares apuntan que ocho personas murieron y otras 31 resultaron heridas", dijo el portavoz del ministerio de Interior, Tariq Arian.

El portavoz de la policía de Kabul, Ferdaws Faramarz, confirmó el número de muertos y de que se trataba de un ataque con cohetes. Un balance previo de las autoridades daba cuenta de tres muertos.

La embajada de Irán en Kabul anunció en Twitter que su principal sede en la ciudad sufrió daños en las explosiones, pero que ninguno de sus empleados resultó herido.

Por las redes sociales circulaban fotografías de lo que parecían ser los impactos de los proyectiles en las paredes de un centro médico.

Las explosiones tuvieron lugar en zonas muy densamente pobladas de la capital afgana, la mayoría cercanas a la Zona Verde, un vecindario prácticamente fortificado donde se encuentran las sedes diplomáticas, las sedes de las grandes empresas y los domicilios de diplomáticos y expatriados.

Hasta el momento nadie reivindicó el atentado, pero los responsables gubernamentales acusaron a los talibanes.

Sin embargo, el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid, declaró que el ataque no tenía "nada que ver" con el grupo. "No disparamos a ciegas contra lugares públicos", dijo.

El encargado de negocios estadounidense en Kabul, Ross Wilson, condenó el ataque en su cuenta Twitter. "Estados Unidos seguirá trabajando con sus socios afganos para evitar ese tipo de ataques", dijo.

Antes de estos ataques, el ministerio afgano de Interior informó que había habido dos pequeñas explosiones con "bomba lapa" el sábado por la mañana, una de las cuales mató a un policía e hirió a otros tres. 

Los ataques tuvieron lugar antes de los encuentros previstos este sábado en Doha, capital de Catar, entre el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, los negociadores del gobierno afgano y los talibanes, a los que verá por separado.

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