"Loco". "Mañoso". Son algunas de las palabras con las que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) definió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

En la ceremonia para festejar el 25 aniversario del levantamiento armado zapatista, el subcomandante Moisés, vocero del EZLN, advirtió que resistirán y enfrentarán al nuevo gobierno.

"Vienen por nosotros, especialmente por el EZLN", dijo. "Vamos a pelear y lo vamos a enfrentar".

López Obrador respondió a las críticas con su habitual estilo. "Nadie me va a cucar", les dijo este miércoles a los periodistas.

"No vamos nosotros a enfrentarnos a ningún grupo. Nosotros queremos la paz y la reconciliación, puede haber diferencias, las hay, pero eso no significa que se vaya a caer en una confrontación o en un pleito.

"Últimamente se comentaba: eso sí calienta. Pues no, hay mucho frío ahorita. No vamos a caer en ninguna provocación, esa es mi respuesta".

Viejos desencuentros

No es la primera vez que hay una escaramuza verbal entre el EZLN y López Obrador.

El año pasado tras la elección presidencial, el subcomandante Galeano, antes llamado Marcos, reiteró que los zapatistas no apoyan a AMLO, como se conoce al presidente.

"Podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo", señaló en un comunicado.

"No, nosotras, nosotros, zapatistas, NO nos sumamos a la campaña ?por el bien de todos, primero los huesos".

Fue una referencia al lema de campaña de López Obrador: "Por el bien de todos, primero los pobres".

Esa vez, como ahora, López Obrador respondió que no caería en provocaciones. "Amor y paz", dijo.

"Amor y paz"

La reciente confrontación desató un intenso debate en redes sociales de internet.

En Twitter, simpatizantes del presidente acusaron al EZLN de participar en la campaña de críticas y acoso que AMLO enfrenta desde hace meses.

Algunos adversarios de López Obrador defendieron a los zapatistas, sobre todo su decisión de no permitir que el Tren Maya cruce por sus territorios.

Se trata de uno de los proyectos más importantes del nuevo gobierno. El plan es comunicar la zona turística de Palenque, Chiapas, con la Riviera Maya en Quintana Roo.

Ambientalistas advirtieron que el tren puede causar un fuerte daño ecológico, pero a finales de noviembre el proyecto se aprobó en una consulta nacional.

El subcomandante Moisés advirtió: "Le están pidiendo permiso con votos para que nos ataquen. Están consultando para que vengan a enfrentarnos con esa porquería del Tren Maya".

"Si nos provocan vamos a defendernos. No vamos a permitir que alguien venga a cobijarse en este territorio de rebeldía".

López Obrador dijo: "Aunque quieran confrontarnos no va a haber respuesta. Amor y paz, pero claro que vamos a estar hablando de cosas interesantes, debate sobre la situación del país, por qué los proyectos productivos".

La historia

Las diferencias entre el EZLN y López Obrador empezaron en 2001, cuando los zapatistas realizaron una marcha por varios estados del país para demandar el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar.

Es un acuerdo firmado en 1996 con el gobierno federal para incluir en la Constitución el derecho de los pueblos originarios a su propia organización de gobierno, justicia y cultura.

Pero el Congreso rechazó la petición y en su lugar aprobó la Ley de Cultura y Derechos Indígenas, que fue rechazada por el EZLN.

La iniciativa fue apoyada incluso por senadores del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), del que AMLO había sido presidente.

Cuando se aprobó la legislación, López Obrador era jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.

En 2003, en una carta, Marcos dijo que usaba el cargo "como trampolín político para la silla presidencial". Tres años después AMLO se postuló por primera vez como candidato a gobernar el país.

En su tercer intento, en los comicios de julio de 2018, fue elegido como presidente de México.

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