Para el gobierno de Donald Trump son las "ciudades anarquistas" de Estados Unidos".

La Casa Blanca acusa a Nueva York, Portland y Seattle de tolerar el crimen en sus calles y les advirtió que podrían perder fondos federales.

El Ejecutivo estadounidense asegura que las autoridades de esas urbes no han atajado la delincuencia en un verano marcado por las protestas callejeras.

La noticia llega después de que se conociera un memorándum del presidente Trump en el que se anticipaba el movimiento.

Los alcaldes de las tres ciudades han anunciado acciones legales para frenar lo que consideran una maniobra electoralista de Trump, que aspira a ser reelegido en las presidenciales del próximo 3 de noviembre.

Desde que en mayo pasado se dispararon las protestas callejeras en decenas de ciudades estadounidenses tras la muerte bajo custodia policial del afroestadounidense George Floyd, Trump ha hecho numerosas referencias a la importancia de la "ley y el orden".

Muchos analistas consideran que esto forma parte de su discurso de electoral.

De hecho, algunos anuncios de su campaña usan las demandas de los manifestantes -que en sus versiones más extremas han pedido la abolición o sustitución de los cuerpos policiales- como argumento para señalar que si gana el candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, el país se hundirá en la anarquía.

Este lunes, el departamento de Justicia emitió un comunicado este lunes en el que apuntó a la criminalidad reciente y a la respuesta policial que le han dado las tres ciudades.

"No podemos permitir que se malgasten los dólares de los contribuyentes cuando la seguridad ciudadana está en juego", dijo el fiscal general William Barr en el texto.

Barr reclamó a los responsables de Seattle, Portland y Nueva York a "cambiar de rumbo y ponerse serios en el desempeño de la función más básica del gobierno, y empezar a proteger a sus propios ciudadanos".

El comunicado señala a las tres ciudades por reunir ciertos criterios establecidos como prohibir a la policía "intervenir para restaurar el orden ante violencia o desórdenes extendidos y sostenidos", restar atribuciones o financiación a la policía, y negarse a aceptar apoyo del gobierno federal.

Estos núcleos urbanos han sido el escenario de grandes protestas desde la muerte de Floyd.

No está claro cuáles fondos federales podrían reducirse de lo que reciben Portland, Nueva York y Seattle.

La cadena CNBC informó de que algunas de las partidas mencionadas en el memorandum del gobierno suponen una parte importante del presupuesto de la ciudad de Nueva York, que sufre apuros presupuestarios provocados por la pandemia del coronavirus.

Los alcaldes de las tres ciudades emitieron un comunicado conjunto, junto con el de Washington DC, que, aunque había figurado en una selección previa, finalmente no fue incluida en la lista de ciudades "anarquistas", en el que acusaron a Trump de "juegos políticos baratos con fondos aprobados por el Congreso".

Los funcionarios locales calificaron la decisión de "inconstitucional" y acusaron a la oficina presidencial de "eludir su responsabilidad y colocar la culpa en otro lugar para encubrir su fracaso".

Desde la década de 1990, los crímenes violentos se habían reducido en términos generales en Estados Unidos pero repuntaron acentuadamente el año pasado en algunas ciudades, como Filadelfia, Chicago y Nueva York.

Qué está pasando en esas ciudades

Las protestas por la muerte de varios afroamericanos en encuentros con la policía se han extendido en los últimos meses en Estados Unidos y han llevado a cambios en los métodos y mandos policiales en algunos lugares.

En Nueva York, los tiroteos y homicidios se han disparado, al tiempo que los programas juveniles y la acción de las organizaciones sociales se veían suspendidas por la pandemia.

Los casos de vandalismo y saqueos que surgieron de protestas que se tornaron violentas también han protagonizado los informativos.

En respuesta al movimiento del gobierno de Trump, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que se trataba de "otro de los juegos de Trump". Para De Blasio, la medida es "insultante"para los neoyorquinos.

En Seattle, las autoridades locales permitieron que se estableciera la denominada "zona autónoma", seis cuadras en el centro de la ciudad en la que los manifestantes impidieron el acceso de la policía durante casi un mes.

La "zona autónoma" fue suprimida a comienzos de julio, después de que se produjeran varios tiroteos. Diferentes protestas nocturnas han venido ocurriendo desde entonces.

Portland es una de las "ciudades demócratas" a la que suele mencionar Trump entre las que supuestamente permiten la violencia.

Las protestas continuaron allí por más de 100 noches seguidas, con episodios ocasionales de vandalismo y enfrentamientos con la policía.

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