Un inusitado "secuestro" tuvo lugar el lunes en Guatemala.

Dos brigadas de vacunación móviles fueron retenidas durante más de siete horas en una aldea en el norte del país, luego de que un numeroso grupo de residentes los atacara e incluso intentara lincharlos, según informó el Ministerio de Salud Pública.

Unas 500 personas bloquearon una carretera y destrozaron los autos en los que se trasladaba el equipo hacia la comunidad de Maguilá, en la provincia de Alta Verapaz.

Las más de una docena de trabajadores de la salud fueron liberados luego de que la policía negociara con los aldeanos, quienes destruyeron alrededor de 50 dosis de vacunas, según el reporte oficial.

"Un grupo de pobladores agredió a nuestro personal, que tuvo que ser rescatado por Gobernación y ahora están a salvo", declaró Eliú Mazariegos, director de Servicios del Ministerio de Salud Pública.

Las autoridades creen que la desinformación en redes sociales sobre la vacunación estuvo detrás del incidente.

Los medios locales informaron que los residentes rechazaron la vacuna porque un aldeano que recibió una dosis había desarrollado efectos secundarios.

Los efectos secundarios más comunes de las vacunas son dolor o sensibilidad en el lugar de la inyección.

Algunas personas tienen efectos más amplios como fiebre, dolor de cabeza, náuseas y fatiga, pero generalmente son leves y de corta duración.

Qué pasó

Según Mazariegos, el personal de vacunación fue "agredido verbal y físicamente" por los residentes, quienes pincharon las llantas de los carros y destruyeron las neveras portátiles en las que se almacenaban las dosis.

"Estábamos muy asustados porque nunca habíamos pasado por algo como esto. Simplemente estábamos cumpliendo con nuestro deber", dijo una enfermera en un comunicado.

"Intentamos explicar varias veces que la vacunación es voluntaria y que no queríamos forzar a nadie, pero no nos dejaron [trabajar]", agregó.

Gabriel Sandoval, director del departamento de salud provincial, le dijo a Associated Press que los funcionarios se habían encontrado previamente con comunidades que rechazaban los equipos de vacunación, pero que era la primera vez que enfrentaban tal resistencia física.

"Esto estaba destinado a suceder", dijo, citando que abunda mucha información falsa sobre las vacunas.

"Mucha gente no cree en la enfermedad... Hay un choque de culturas", agregó.

En un discurso televisado el sábado, el presidente Alejandro Giammattei instó a las personas a "apoyar y respetar" a los funcionarios de salud que llevaban a cabo la campaña de vacunación que estaban siendo "amenazados, agredidos e incluso secuestrados".

Aproximadamente 2,5 millones de personas, o el 25% de la población elegible, se han vacunado completamente en Guatemala, una de las tasas más bajas de América Latina.

Hasta la fecha, el país ha confirmado más de 566.000 casos y 13.750 defunciones vinculadas a la covid-19.

 

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