El banco británico Barclays usaba en su sede en Londres un sistema que monitoreaba el tiempo que sus empleados pasaban en sus escritorios.

Y a aquéllos que pasaban mucho tiempo en descansos les enviaba una advertencia.

El banco introdujo el sistema de monitoreo en computadoras la semana pasada como parte de un programa piloto, pero se enfrentó a extensas críticas del personal cuando el diario City AM lo dio a conocer.

Este jueves el banco indicó que abandonó el sistema de rastreo en respuesta a "los comentarios de los colegas", pero no indicó si la medida era permanente.

El software, llamado Sapience, tiene como objetivo "crear una transparencia sin precedentes" dentro de las compañías.

"También determina cuando un empleado está desconectado por espacios de tiempo", indica el website de la empresa que desarrolló el programa.

Una fuente de Barclays indicó que la herramienta fue utilizada para monitorear "la efectividad" del tiempo que la gente pasa en sus escritorios.

Un empleado del banco que habló de forma anónima a City AM señaló que "el estrés que está causando esto no se puede creer" y que esto "muestra una total indiferencia por el bienestar de los empleados".

"Los empleados tememos alejarnos de nuestros escritorios, tener descansos completos para almorzar, salir al baño o incluso pararnos por agua porque no sabemos qué repercusiones puede tener esto en nuestras estadísticas", agrega.

"Inquietante"

Pero además de provocar inquietud dentro del banco, el programa atrajo críticas de activistas que promueven la privacidad y de profesionales de recursos humanos.

Silkie Carlo, directora del grupo que hace campaña por la privacidad Big Brother Watch, señaló que este "monitoreo invasivo" despoja al personal de privacidad en su lugar de trabajo.

"Los gerentes nunca podrían estar encima de un empleado todo el tiempo, monitoreando su pantalla o registrando las salidas al baño o los descansos para tomar agua", dice.

"La disponibilidad de tecnología para (monitorear) al personal secretamente no lo hace más aceptable".

Carlo describe el software como "inquietante" y pidió a Barclays que "revise con urgencia" su uso.

Por su parte, el banco señaló que el software formaba parte de un programa piloto que estaba siendo introducido en su división de banca de inversión.

Pero después de que el diario City AM revelara los detalles del programa, Barclays señaló que los gerentes ya no podrán monitorear las actividades de los empleados de forma individual.

Protección de datos

En un comunicado el banco dijo: "Siempre hemos intentado escuchar los comentarios de los colegas como parte de este piloto limitado que tenía la intención de atacar asuntos como trabajar en exceso además de incrementar la productividad general".

Pero Edward Houghton, jefe de investigación del Chartered Institute of Personnel and Development (una asociación de profesionales de recursos humanos), cuestionó si existen instancias en las que es apropiado usar lo que describió como un enfoque de "Gran Hermano" para monitorear los lugares de trabajo.

"Este tipo de tecnologías podría realmente causar más daño que beneficio", dijo.

"Ellos pueden... crear desconfianza o bajos niveles de confianza en el personal. Los empleados pueden sentir que están siendo observados y que no confían en que ellos harán su trabajo de forma efectiva".

No es la primera vez que el banco es criticado por usar tecnología para espiar a su personal.

En 2017, Barclays enfrentó extensas condenas después de que instalara cajas negras bajo los escritorios de los banqueros para monitorear cuánto tiempo pasaban en el trabajo.

El grupo de activismo de privacidad Privacy International dijo: "Las regulaciones de protección de datos son muy claras, estrictas y no permiten que los empleadores lleven a cabo ese tipo de monitoreo a menos que puedan comprobar que esto es estrictamente necesario y proporcionado, y que no impacta severamente los derechos de los empleados".

"La gente puede reclamar ciertos derechos fundamentales incluso cuando está en el trabajo", señaló la organización. "Y los bancos internacionales no son la excepción".

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