"Incluso si voy a la cárcel, voy a seguir siendo más libre que los que son prisioneros de sus propias mentiras".

Eso es lo que dice María Ascensión López, quien fue sentenciada a cinco meses de prisión por difamar a una monja en España.

"No pueden quitar lo que sé en mi mente", dice la mujer de 55 años.

No tiene cómo pagar cerca de US$46.000 por daños después de que un tribunal dictaminó que había acusado injustamente a una monja de haberla separado de su madre biológica y entregada a padres adoptivos en 1962.

Si el gobierno no ofrece un perdón, será la primera persona en ser encarcelada por el ruidoso caso de bebés robados en España en la época del gobierno militar de Francisco Franco.

Manifestantes han hecho una petición de indulto apoyada por 30.000 firmantes presentada ante el Ministerio de Justicia.

"Tengo una enfermedad de pérdida ósea. No he podido trabajar durante tres años y mis dos hijos están desempleados y no tienen ningún contacto con su padre", dice entre lágrimas López a la BBC.

Su historia

Según López, su padre adoptivo, una figura de alto nivel en el régimen de Franco en Almería que no podía tener hijos, la compró por 250.000 pesetas (unos US$57.000 de la actualidad).

La supuesta facilitadora fue una sobrina de su padre, Dolores Baena, una monja que trabaja en un hospital de Sevilla en aquel tiempo.

Su padre tenía 67 años y su nueva madre alrededor de 60. Dolores se convirtió así en prima de López.

Cuando tenía ocho años, recuerda que regresó de la escuela y encontró a varias personas en la habitación de sus padres.

Ahí estaba tendido el cuerpo de su padre, quien sufrió un derrame cerebral y murió.

"Fui a mi habitación a llorar, y un familiar vino a verme y me preguntó por qué estaba llorando por ese hombre que no tenía nada que ver conmigo, que me había comprado cuando era recién nacida", relata López.

Luego de pedir explicaciones a su madre y otros parientes, López empezó a sospechar que había algo que no estaba bien acerca de su adopción.

Eso fue mucho antes de que surgieran los escándalos de bebés que fueron robados de padres pobres o presuntos disidentes del franquismo, casos que se convirtieron en un problema público en España.

El misterio de los tres nombres

Un primer conflicto fue que tenía diferentes nombres en varios documentos que se referían a su identidad.

En la primera hoja de la guardería del hospital de Sevilla, donde estuvo sus primeros días, fue llamada Consuelo.

Después, su nombre de pequeña fue María Dolores: "Siempre fui Loli en casa", dice.

Pero su primer documento de identidad la nombró oficialmente como María Ascensión.

"Sin importar lo que le haya pasado a mi madre, tengo muy claro que mi identidad fue robada", cree López.

Entonces le pidió a la monja, su prima, que la ayudara a encontrar la verdad.

"Ella me dijo que, por más que lo intentara, nunca encontraría a mis padres biológicos. Cuando tenía 15 años ella me llevó a un orfanato en Almería y me mostró todos los bebés allí y dijo: 'Si no hubiéramos hecho lo que hicimos por ti, te hubieran dejado sola como estos niños sin familia'", recuerda López.

Primas a juicio

La investigación de López la llevó a descubrir una hoja de adopción firmada por la hermana Dolores, pero las autoridades de Sevilla no puede encontrar ningún documento de su madre biológica que declare la entrega de su hija.

Como activista y presidenta de SOS Bebés Robados Almería, que representa otras posibles víctimas del escándalo de bebés apartados de sus padres desde 1930 hasta la década de 1990, López habló de su caso ante los medios, nombrando a la monja Dolores como la persona que "organizó" su adopción ilegal.

Dolores demandó a su prima por difamación, un juicio que ganó en 2015.

Así fue que López fue condenada a pagar una multa de ?3.000, más otros ?40.000, por concepto de daños a la monja y otros perjuicios.

Durante el juicio, la monja Dolores declaró: "No hubo nadie detrás de la adopción; todo fue legal y nadie pagó ningún dinero".

El juez dijo que María Ascensión López había fracasado por completo en demostrar que su adopción se había llevado a cabo de manera ilegal por su prima y que la había acusado falsamente.

Dolores no respondió a las solicitudes de la BBC para dar su versión.

López admite que pudo haber sido "descuidada" en su redacción al acusar a la monja, pero se siente defraudada por el sistema legal.

"Fui juzgada como hija, como madre y como mujer. Mi vida entera fue llevada a juicio", considera.

¿Qué pasó con los bebés robados de España?

Las estimaciones del número de casos de bebés robados en España van desde 30.000 a 300.000.

Casi todos los casos llevados a los tribunales, que ascienden a los miles, no han sido resueltos.

Eduardo Vela, de 82 años y ginecólogo Madrid, podría ser la primera persona en ir a juicio -programado para finales de este año- acusado de robo de bebés.

López, que cuidó de su madre adoptiva antes de que muriera en 1990, dice que se ha enfermado y está en la ruina económica tras esta batalla legal.

Padece una afección ósea rara y un trastorno hereditario de la sangre.

"Se han borrado mis recuerdos. Miro a mi hijo y me pregunto a quién se parece. Miro a mi hija y me pregunto si ella podría tener la misma enfermedad que yo porque se transmite genéticamente", dice López a la BBC.

"Me pregunto qué ocurrió y cómo acabé aquí".


Cronología del escándalo

  • 2008: el juez de instrucción Baltasar Garzón afirma que 30.000 niños fueron robados de familias consideradas políticamente adversarias por el régimen de Franco tras la guerra civil (1936-1939).
  • Surgen miles de posibles víctimas y se forman nuevas asociaciones que exigen justicia y ayuda para la búsqueda de familiares perdidos, un estimado de 200.000 casos.
  • Cerca de 2.000 casos de presuntos niños robados han sido reportados, pero los fiscales han cerrado la mayoría de las investigaciones.
  • En 2013, María Gómez Valbuena, una monja de 87 años acusada de dos cargos de secuestro y falsificación de documentos, muere antes de ir a juicio.
  • En mayo de 2017 el eurodiputado británico Jade Kirton-Darling anuncia que la Iglesia católica de España y el Ministerio de Salud se han comprometido a abrir sus archivos para ayudar a los posibles afectados por el robo de niños en los hospitales del país.
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