Cuatro países latinoamericanos darán seguimiento a los esfuerzos de diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela que se desarrollan en República Dominicana.

El presidente dominicano, Danilo Medina, anunció este jueves en la noche que México, Chile, Nicaragua y Bolivia servirán de acompañantes de las conversaciones que se realizan en ese país con miras a tratar de establecer una mesa de diálogo que busque una solución a la crisis venezolana.

Medina, que sirvió de anfitrión de los encuentros exploratorios que representantes del gobierno y la oposición en Venezuela realizaron esta semana, informó que probablemente haya otros dos países de la región que se incorporen próximamente a esa comisión de seguimiento.

Anunció además que la próxima reunión se realizará el 27 de septiembre debido a que la próxima semana la mayor parte de los cancilleres asistirán a las sesiones de la Asamblea General de la ONU.

El gobierno dominicano y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero tomaron la iniciativa de invitar al gobierno y a la oposición venezolana a realizar estas reuniones en las cuales se busca establecer las condiciones para iniciar negociaciones que permitan hallar una salida a la crisis venezolana.

"Como testigos que hemos sido en la mayoría de las reuniones de diálogo en 2016, 2017 y 2014, creo que esta ha sido la oportunidad más firme y clara en la que nos hemos acercado a un acuerdo", dijo el alcalde del municipio caraqueño de Libertador, Jorge Rodríguez, quien encabezó la delegación que representa al gobierno de Nicolás Maduro.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición que agrupa a los principales partidos de la oposición, emitió por su parte un comunicado en el que asegura que estos encuentros exploratorios sirvieron para plantear las condiciones "para iniciar un proceso de negociación serio, formal y con sólido soporte internacional".

Entre estas condiciones se incluye la participación de países amigos, así como de instituciones multilaterales, que sean garantes y testigos de la negociación; el establecimiento de un cronograma de implementación de acuerdos con garantías y acompañamiento internacional; y la definición de un país neutral como sede de las negociaciones.

El año pasado fracasó un proceso de negociación en Venezuela que contaba con la mediación del Vaticano y en el que la oposición se sintió engañada por el supuesto incumplimiento de los acuerdos por parte del gobierno.

Los opositores desconfían de Rodríguez Zapatero como mediador. El español lleva años promoviendo el entendimiento entre ambas partes. Sin éxito por el momento.

La oposición reclama respeto al voto y que se fije fecha para unas elecciones presidenciales, respeto a los poderes del Estado, atender a la "emergencia económica y social" que hay en el país y liberar a "presos políticos".

El gobierno, por su parte, niega que haya presos políticos ni una crisis humanitaria, pese a los problemas económicos que sufre un país con alta inflación y desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos básicos.

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