En 2016, luego de haber trabajado por seis años en California (EE.UU.) como ingeniero de software en la compañía LinkedIn, Vikram Rangnekar estaba ansioso de poner en marcha su propia empresa.

Rangnekar, que nació en India, pensaba en mudarse a Singapur, donde fundó su primera start-up (empresa emergente) o intentarlo en una ciudad nueva como Berlín.

No se veía lanzando su proyecto en San Francisco con un visado estadounidense H-1B para profesionales calificados.

"Me estaba percatando de todo el tema con políticas de inmigración que estaba pasando en Estados Unidos", dijo.

La ciudad de Toronto, en el este de Canadá, no estaba en sus planes hasta que tuvo un encuentro casual con un empresario del sector tecnológico de ese país que le aconsejó buscar opciones en el norte.

Le dijo que Toronto era "el secreto escondido de Norteamérica", una ciudad subestimada con un ecosistema tecnológico que está creciendo velozmente.

Rangnekar decidió arriesgarse y aterrizó junto a su familia en la ciudad más grande de Canadá el año pasado.

"Llevaba tiempo pensando en trabajar en mi propia empresa", escribió luego en su página web MOV North, que se enfoca en promover Toronto como una potencia tecnológica emergente.

"Obtener una residencia permanente, atención de salud pública y vivir en el centro de la capital tecnológica de Canadá me dio la libertad y el impulso para explorar esa opción".

El hecho de que profesionales como Vikram Rangnekar consideren Canadá como un destino no le sorprende al abogado de inmigración con sede en Vancouver Richard Kurland.

"En Canadá existe una combinación de diseño con circunstancia que está preparando el terreno para una era dorada para la adquisición de capital humano", dice.

Las nuevas políticas migratorias están haciendo que sea más fácil que profesionales con habilidades de alta demanda, como Rangnekar, se asienten en Canadá.

En 2015, el país inició el programa "Express Entry", un proceso en línea y gratuito que permite que los profesionales con habilidades especiales se postulen para residir en Canadá.

Kurland dice que fue "un factor crucial que cambió las cosas".

El programa consiste en que cada candidato recibe puntos de acuerdo con su profesión, educación, conocimiento de idiomas y una serie de otros factores.

Un número selecto de candidatos que califican por encima de un determinado rango son luego invitados a postularse a una residencia permanente en el país.

"Escoges a los que hayan obtenido mejores calificaciones, la crema de la crema", dice Kurland.

El sistema transparente que se basa en puntaje se ha convertido en un impulso importante de la inmigración económica a Canadá.

Un nuevo visado que ayuda a las compañías a contratar rápidamente a talento de otras partes del mundo también ha causado impacto.

El pasado marzo, una pequeña encuesta hecha a compañías de tecnología de rápido crecimiento en Toronto por la organización público-privada MaRS Discovery District, encontró que los participantes reportaron un creciente interés de extranjeros de trabajar en Canadá, así como observaron un aumento en las solicitudes de trabajo y contrataciones.

El director de MaRS, Yung Wu, dice que la encuesta sugiere que Canadá se está convirtiendo "en un destino, en lugar de ser una fuente de talentos".

"Tuvimos que luchar con uñas y dientes para evitar que nuestros equipos fueran captados por Boston, Nueva York y San Francisco".

Poco más de la mitad de las empresas recibió más postulantes internacionales y el 45% contrató a más extranjeros.

Las empresas respondieron que esto se debía a las políticas migratorias y al emergente mercado tecnológico.

Varias compañías vieron un alza de interés extranjero del 50% al 100%. Algunas reportaron hasta un 300% de incremento.

Los cinco principales países de origen de los candidatos fueron Estados Unidos (82%), India (55%), China (36%), Brasil (27%) y Reino Unido (14%).

Las reglas de Trump

Las restricciones de Trump al programa de visados H-1B afectan principalmente a chinos e indios, los que más solicitan ese tipo de permiso.

Este factor tiene una correlación con el creciente interés de profesionales de esos países en trabajar en Canadá.

Trump ha implementado reformas a ese programa migratorio para asegurarse de que no se utilice para reemplazar a trabajadores estadounidenses altamente calificados por una fuerza laboral menos costosa que venga del extranjero.

El lema del republicano es "Compra hecho en EE.UU., contrata a estadounidenses".

En 2017, Toronto tuvo el mercado tecnológico de mayor crecimiento en Norteamérica. Montreal y Vancouver también cuentan con sus propias economías tecnológicas emergentes.

Amazon anunció recientemente que creará 3.000 empleos en Vancouver en las áreas de comercio en línea, computación en la nube y tecnología de aprendizaje automático.

Anhelo: California

Esto significa que las compañías canadienses necesitan de todo el talento que puedan contratar.

Pero incluso con legisladores haciendo reformas para atraer a inmigrantes altamente calificados, todavía no hay suficientes profesionales que satisfagan la demanda.

Los egresados de universidades canadienses en estudios de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) todavía se dirigen a EE.UU. en grandes cantidades.

Un estudio reciente de la Universidad de Toronto concluyó que el 25% de los graduados de CTIM que participó en la encuesta optó por trabajar fuera de Canadá, principalmente en Estados Unidos.

Más del 65% de los estudiantes de ingeniería de software respondió que se iría de Canadá.

Los recién graduados se ven atraídos por salarios más altos ?las compañías estadounidenses pagan hasta 30% más? así como por la oportunidad de trabajar en algunas de las empresas tecnológicas más grandes del mundo.

Competir con Google y Facebook

Un reporte de LinkedIn de noviembre de 2017 que analizó el mercado laboral en Toronto estimó que la ciudad estaba atrayendo trabajadores de India y Emiratos Árabes Unidos.

Pero que estaba perdiendo profesionales de San Francisco, Nueva York y Los Ángeles.

Rangnekar dice que ha notado que el interés en los mercados canadiense y estadounidense fluye por ambas vías.

"He conocido a canadienses aquí que me piden consejo para irse a Estados Unidos. Y también he aconsejado a gente en Silicon Valley sobre cómo mudarse a Canadá", señala.

Pero incluso con profesionales calificados llegando, Canadá pierde talento, innovación y propiedad intelectual cuando los egresados de universidades del país se van.

Nic Skitt, que es británico, fue contratado por una startup llamada Tickld y se mudó a Toronto en 2014.

Como Rangnekar, Canadá no estaba inicialmente en su radar. Pero Skitt se enamoró de la ciudad, que describe como cosmopolita, segura y diversa.

"Desde un punto de vista práctico, tener una empresa emergente de tecnología en Toronto es fenomenal. La red de capital de riesgo, de diseñadores y en general de personas es extremadamente fuerte".

Pero Skitt dice que la empresa tuvo dificultades para contratar talentos.

Compitiendo con las sedes en Canadá de gigantes como Google y Facebook, la empresa de Skitt tuvo que conformarse en algunas ocasiones a desarrolladores de "segundo nivel" o apoyarse en trabajadores independientes estadounidenses.

"Ese es un punto negativo de este ambiente. Es tan atractivo que muchos empleadores están peleándose por la misma gente".

El abogado Richard Kurland cree que esta situación es extrapolable a otros mercados del mundo.

"Hay escasez de estos profesionales a nivel mundial y una competencia global por los mejores y más brillantes en las industrias clave de la economía", señala.

"Y Canadá tiene que competir con el resto del mundo por estos profesionales", dijo.

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