En el parlamento nacional español no se sienta, a día de hoy, ningún diputado que pertenezca a un partido de la ultraderecha y durante años el país llevó a gala no tenerlo.

Muchos pensaban que España era inmune al fenómeno populista que recorre Europa debido al recuerdo del régimen del general Francisco Franco.

Pero los resultados en las elecciones autonómicas en Andalucía, una de las regiones de España más azotadas por el paro y gran receptora de inmigrantes extranjeros, podrían cambiar el rumbo de las cosas, según algunos analistas.

El partido Vox acaba de irrumpir en ese parlamento regional con una fuerza aplastante que ha sorprendido dentro y fuera de las fronteras españolas, pasando de 0 a 12 diputados, tras las elecciones celebradas este pasado domingo.

Hace 4 años, el partido no existía ni a nivel nacional.

En muchos aspectos, Vox tiene propuestas similares a las de los partidos de extrema derecha en Europa como Alternativa para Alemania (AfD), la Liga Norte italiana que lidera Matteo Salvini o el Frente Nacional de Marine Le Pen, que en un tuit felicitó a la formación española.

Los líderes de este partido, no obstante, rechazan la etiqueta de "extrema derecha" y en su lugar aseguran que son una formación de "extrema necesidad".

Levantar un muro en las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, deportar a inmigrantes ilegales o legales que hayan cometido delitos, o suspender la libre circulación de ciudadanos por Europa son algunas de las medidas que propone Vox.

Más de 400.000 andaluces, de los 6,5 millones llamados a las urnas el pasado domingo, se decantaron por esta opción política, lo que plantea una cuestión: ¿podría este fenómeno replicarse a nivel nacional?

La baja participación y las ganas de regeneración política son dos factores que también han jugado su papel en estas elecciones. En Andalucía gobernaba desde hace 36 años el mismo partido: los socialistas del presidente Pedro Sánchez (PSOE).

¿Cómo ha sucedido esto?

Los expertos consultados por BBC Mundo coinciden en que en Andalucía había un contexto muy propicio para que el mensaje de un partido como Vox calara en el electorado.

La segunda comunidad autónoma más grande de España por extensión tiene una de las tasas más altas de desempleo del país y a sus costas llegan cada semana, especialmente en los meses de verano, las pateras y barcos de migrantes que tratan de cruzar el Mediterráneo camino de Europa.

Para Berta Barbet, del grupo de análisis independiente Politikon, la presencia de este partido en el parlamento regional es "preocupante" por dos motivos.

Primero, dice, porque el partido llega con un discurso que quiere acabar con muchos de los consensos imperantes en España, como la Constitución y el modelo territorial, pasando por la presencia de España en las instituciones internacionales.

"Pero, sobre todo, porque tenemos la experiencia en otros países de que a veces la entrada de un partido de estas características genera un enfrentamiento que en este caso, muy especialmente, va dirigido a colectivos extremadamente vulnerables como son los inmigrantes, la comunidad LGBT e incluso las mujeres", apunta Barbet.

Polarización y Cataluña

En lo que respecta a la inmigración, la politóloga cree que habrá que ver si los resultados de Vox "traen cambios en todos los indicadores de tolerancia hacia la inmigración que España ha estado liderando".

"Podemos esperar cierto giro, pero ni mucho menos una cosa absolutamente radical", estima.

Pablo Simón, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid, cree que el auge de este partido no es una cuestión de xenofobia.

"Aquí de lo que estamos hablando es del componente territorial, que es el que ha tenido más peso entre los votantes". Es decir, la polarización de las posiciones políticas surgida al calor del auge del independentismo en Cataluña.

En los últimos años, el gobierno nacionalista catalán impulsó una campaña para separarse de España y, en octubre de 2017, su parlamento autonómico emitió una declaración unilateral de independencia.

Vox se mostró muy duro al respecto y presentó demandas contra los líderes del intento secesionista.

"No se puede explicar este voto con un solo factor. Evidentemente el tema territorial ha sido muy relevante", asegura Simón.

"Si no se hubiera producido la tensión constitucional de hace un año en Cataluña, o bien hubiera estado el partido socialista (PSOE) en el gobierno en aquel momento, Vox lo tendría mucho más difícil hoy".

¿Puerta al parlamento nacional?

"Los andaluces se han sacudido hoy de 36 años de regímenes socialistas indicando al resto de españoles que eso también se puede hacer y con más facilidad en el resto de la nación", dijo Santiago Abascal, líder de Vox, al conocer los resultados de las elecciones autonómicas del domingo.

"Nosotros somos los que vamos a propiciar el cambio, la mejoría, la reconquista. Hemos llegado para decir primero que existimos y ahora se va a enterar el resto de España, porque somos un partido regenerador y no lo que se dice por ahí que somos", aseguró por su parte el candidato de Vox en las elecciones andaluzas, Francisco Serrano.

Sus palabras evidencian la confianza del partido en dar el salto a nivel nacional y hay algunos expertos que consideran que, de cara a las elecciones generales en el país, es probable que Vox consiga una representación institucional mucho mayor.

"Veremos lo que los sociólogos conocemos como el efecto Mateo, es decir, al que más tiene, más se le da. Cuando se consiguen unos resultados buenos en política, hay rápidamente una mejora en los sondeos y creo que eso es lo que vamos a ver en el caso de Vox", apunta Simón.

"Es una oportunidad para conseguir representación institucional como creo que ocurrirá en 2019 en toda España", sentencia.

Publicidad