Un nuevo buque de guerra en momentos de alta tensión en el Pacífico oriental.

China lanzó este viernes al mar el Fujian, su tercer portaaviones y el más avanzado que ha construido el país asiático hasta la fecha.

La botadura del nuevo buque ocurre en medio de crecientes cruces de amenazas con Estados Unidos debido a Taiwán, la isla que Pekín considera una provincia separatista y que ha dicho que tomará por la fuerza si es necesario.

Según explicó la televisora CCTV, se trata del "primer portaaviones de catapulta diseñado y construido íntegramente por China".

La catapulta electromagnética es uno de los sistemas más modernos con los que cuentan los portaviones de EE.UU. y se utilizan para facilitar el aterrizaje y despegue de las aeronaves.

Reportes anteriores del Ministerio de Defensa de China indican que tomará varios años para que el Fuijan alcance su plena capacidad operativa y todavía no existe una fecha oficial de entrada en servicio.

De hecho, la botadura del barco este viernes fue pospuesta en al menos dos ocasiones.

China tiene otros dos portaaviones: el Liaoning, que se puso en servicio en 2012; y el Shandong, que lanzó en 2019.

Cuando Fuijan entre finalmente en operaciones, China se convertirá en el segundo país del mundo con mayor número de portaaviones.

Datos de la revista Janes Defense indican que EE.UU. tiene actualmente la mayor cantidad de portaaviones en servicio, con 11 barcos, seguido de China y Gran Bretaña, con dos cada uno.

Cómo es el barco

El nuevo portaaviones, del tipo T003, toma su nombre de provincias chinas, al igual que los anteriores.

En este caso, Fujian es la más cercana a territorio continental de Taiwán.

Según la agencia estatal Xinhua, el nuevo portaaviones puede desplazarse con una carga de más de 80.000 toneladas y está equipado con dispositivos de bloqueo y sofisticados sistemas de anclaje y amarre.

Además de su mecanismo de catapultas cuenta con otro sistema integrado de propulsión eléctrica, el primero de su tipo en China.

La botadura del Fuijan es vista como uno de los pasos más importantes que ha dado China para consolidar su poderío marítimo en el Pacífico.

Desde que llegó al poder en 2012, el presidente Xi Jinping impulsó una profunda reforma del Ejército para cambiar sus prioridades: un recorte de 300.000 soldados a cambio de invertir más en innovación y tecnología para modernizar sus fuerzas armadas, sobre todo las navales, aéreas o de misiles.

Según un informe presentado ante el Congreso de EE.UU. en 2018, la Armada de China va en camino de superar a la estadounidense en 2030.

Sin embargo, un mayor número de barcos no implica necesariamente un mayor poder militar.

Los portaaviones chinos todavía no han sido probados en combate y todavía se desconoce cuán efectiva será la tecnología con la que están equipados.

El mismo Fuijan todavía necesitará varios años antes de estar operativo y nada garantiza que su funcionamiento se pueda comparar con los portaaviones occidentales.

Relaciones complicadas

China y EE.UU. se han disputado por años el poderío naval del Pacífico, pero Washington tuvo la supremacía por décadas.

Aunque las cosas han cambiado en los últimos años, las polémicas en torno a Taiwán también han aumentado en los últimos tiempos.

La semana pasada, el ministro de Defensa de China, el general Wei Fenghe, acusó a EE.UU. de apoyar la independencia de la isla y dijo que estaba "violando su promesa sobre Taiwán" e "interfiriendo" en los asuntos de China.

"Permítanme dejar esto claro: si alguien se atreve a separar Taiwán de China, no dudaremos en luchar. Lucharemos a toda costa y lucharemos hasta el final. Esta es la única opción para China", dijo en el Diálogo de Shangri-La, una cumbre de seguridad asiática celebrada en Singapur.

Estas declaraciones llegaron después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, dijera recientemente que China estaba "coqueteando con el peligro" al volar sus aviones de combate cerca de Taiwán y luego de prometer que ofrecería protección militar a la isla si era atacada.

La escalada en la retórica se produce cuando China envía cada vez más aviones de combate a la zona de defensa aérea de Taiwán y tras realizar su mayor incursión del año el mes pasado, mientras que EE.UU. ha enviado barcos de guerra a través de las aguas de Taiwán.

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