Genivaldo de Jesus dos Santos, de 38 años, murió asfixiado en la cajuela de un coche de policía en el este de Brasil.

El joven negro fue abordado este miércoles cuando conducía su motocicleta por una calle de Umbaúba, en el litoral sur del estado de Sergipe.

Los agentes lo inmovilizaron y lo metieron a la fuerza en la cajuela del auto policial, donde se detonó una granada de gas.

Imágenes de la escena muestran a dos policías sujetando la cajuela en la que estaba el hombre, mientras una espesa columna de humo salía del automóvil. A través del hueco en la puerta trasera, se pueden ver las piernas del hombre colgando mientras grita dentro del vehículo.

En otro momento, los agentes meten más bombas de gas lacrimógeno y usan spray de pimienta.

En el video, se oye a un testigo advertir a los agentes de que el joven padecía trastornos mentales, algo que luego confirmó la esposa de la víctima, Maria Fabiana dos Santos, en medios locales.

Tras perder el conocimiento, el joven fue trasladado al hospital, pero no sobrevivió.

El informe preliminar de la autopsia indicó este jueves que Santos murió por asfixia e insuficiencia respiratoria, pero que no podía determinar qué lo había causado.

La Policía Federal de Carreteras (PRF, por sus siglas en portugués) remarcó en un comunicado que el joven "se resistió activamente" a la actuación policial y, en un intento de contenerlo, se recurrieron a "técnicas de inmovilización e instrumentos de menor potencial ofensivo".

"La seguridad pública debe proteger, no matar"

El caso de Genivaldo Jesus dos Santos ha desatado conmoción e ira en Brasil, "con organizaciones no gubernamentales y políticos de la oposición diciendo que es el resultado de un sistema policial violento que trata de manera desproporcionada a los negros pobres", dijo Nathalia Passarinho, de BBC News Brasil.

"Otro negro ejecutado por las maos del Estado. Es inaceptable", dijo Renata Souza, política y activista por los derechos de los negros.

Después de ser objeto de críticas y protestas callejeras, la Policía Federal de Carreteras emitió un comunicado más contundente, diciendo que destituyó a los agentes involucrados y que abrió una investigación.

Por otro lado, el Ministerio Público de Sergipe inició otro proceso para dar seguimiento a las investigaciones.

También se llevó a cabo una protesta antes del funeral de Santos en Umbaúba el jueves, reportó G1, donde se quemaron neumáticos en la carretera donde fue asesinado.

"Es una barbaridad lo que pasó. La seguridad pública es para proteger, no para torturar y matar. Es lamentable este sistema de seguridad pública que tiene como actitud ver al ciudadano como enemigo", expresó la activista de derechos humanos Linda Brasil, regidora de Aracaju (capital de Sergipe) para el Partido Socialismo y Libertad (PSOL).

"Luchamos contra esta diferencia de enfoque que exise cuando se trata de alguien negro o de la periferia", añadió sobre un caso que ha llevado protestas a las calles de Umbaúba, en Sergipe, con la tercera tasa más alta de muertes por intervención policial en Brasil.

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