El mundo enfrenta una "crisis nuclear" procedente de "un ego herido", destacó Beatrice Fihn, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (Ican, por sus siglas en inglés), tras ser galardonada con el Nobel de la Paz.

Al aceptar el premio, el domingo en Oslo, Fihn dijo que "las muertes de millones podrían estar a sólo una pequeña rabieta de distancia".

"Tenemos una opción: el fin de las armas nucleares o nuestro fin", advirtió.

La tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte ha aumentado en los últimos meses por el programa armamentístico de la nación asiática.

El conflicto abierto entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, incluso derivó en ocasiones en ataques personales.

Durante la ceremonia de premiación en Oslo, Fihn consideró que, en estas circunstancias, "un momento de pánico" podría llevar a la "destrucción de ciudades y a las muertes de millones de civiles" a causa de las armas nucleares.

El riesgo de que ese tipo de armas sean usadas, indicó, era "más grande hoy en día que durante la Guerra Fría".

Una sobreviviente

Ican es una coalición de cientos de organizaciones no gubernamentales que han luchado para llegar a un tratado que prohíba las armas nucleares.

Antes de hacer la presentación del premio, la presidenta del comité del Nobel, Berit Reiss-Andersen, hizo una advertencia similar: "Líderes irresponsables pueden llegar al poder en cualquier estado nuclear".

Reiss-Andersen elogió a Ican no sólo por haber logrado concienciar sobre los peligros de las armas nucleares, sino por intentar erradicarlas.

También reconoció las contribuciones de Setsuko Thurlow, una sobreviviente de la bomba atómica que fue lanzada en Hiroshima y que ahora, a sus 85 años, es una de las activistas de Ican.

Thurlow, quien fue rescatada de los escombros de un edificio que colapsó durante el ataque, dijo que la mayoría de sus compañeros de escuela, quienes estaban en el mismo salón, murieron quemados.

"Procesiones de figuras fantasmales pasaban arrastrando los pies", dijo Thurlow el domingo.

"Personas grotescamente quemadas, desangrándose, ennegrecidas e hinchadas", recordó.

La retórica amenazante

En septiembre, en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Trump urgió a los líderes del mundo a hacer frente a las amenazas de Kim Jong-un y advirtió que, de lo contrario, está preparado para la "destrucción total" de Corea del Norte.

"Ninguna nación en la Tierra tiene el interés de ver que esta banda de criminales se arme con dispositivos nucleares y misiles. Estados Unidos tiene fuerza y paciencia, pero si se ve obligado a defenderse o a defender a sus aliados, no habrá otra opción que la total destrucción de Corea del Norte", afirmó.

Ese mismo mes, Corea del Norte anunció que había llevado a cabo una prueba de una bomba de hidrógeno que puede ser transportada en un misil balístico de largo alcance.

El país asiático indicó que esta prueba, su sexto ensayo nuclear, fue "un éxito perfecto" y ocurrió después de que sismólogos detectaron fuertes temblores en la región.

"Una nueva fuerza"

La ICAN fue creada en 2007 con el ánimo de impulsar a los países a firmar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares propuesto ese mismo año en el seno de Naciones Unidas.

Actualmente tiene su sede en Ginebra, Suiza.

Hasta el pasado mes de julio, 122 países alrededor del mundo han firmado el tratado.

Sin embargo, 69 países se han abstenido de hacerlo, entre los que se encuentran las potencias mundiales como Rusia, Estados Unidos y China.

"En el último año, la ICAN, han tomado una nueva fuerza, un nuevo vigor, en alcanzar la meta de tener un mundo sin armas nucleares", dijo el Comité del Nobel.

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