Una de las más grandes promesas de campaña del presidente Donald Trump es también uno de los más intensos dolores de cabeza en Washington en este momento.

La idea del mandatario de construir un "gran muro" en la frontera de su país con México ha enfrentado a la Casa Blanca con la oposición demócrata en el Congreso.

La disputa sobre los más de US$5.000 millones que busca el presidente de EE.UU. para construir la barrera provocó un cierre parcial del gobierno, el cual suma 18 días hasta este martes.

Los demócratas -que son la nueva mayoría de la Cámara de Representantes desde este mes- se oponen a destinar esa cantidad de recursos públicos para una idea que consideran poco efectiva contra la inmigración indocumentada.

Pero Trump dice que es la mejor solución y que al final su construcción no será pagada por los estadounidenses a través de sus impuestos, sino que México cargará con los costes.

Incluso afirma que ese país ya lo está haciendo a través del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá que sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, en inglés llamado NAFTA)

La promesa de un muro

La postura de Trump sobre cómo México podría pagar por el muro cambió considerablemente en los últimos meses.

Durante su campaña y al comienzo de su presidencia, insistió en que México lo pagaría de manera directa: "Yo construiría un gran muro, y nadie construye muros mejor que yo, créeme, y los construiré a muy bajo costo", dijo en 2016 al iniciar su campaña.

"Construiré un gran gran muro en nuestra frontera sur y haré que México lo pague", aseguró.

Después, a finales del año pasado, dijo que el muro se pagaría prácticamente solo.

"¿Podría alguien explicar por favor a los demócratas (necesitamos sus votos) que nuestro país pierde US$250.000 millones al año en inmigración ilegal, sin incluir el terrible flujo de drogas? Una óptima seguridad de la frontera, incluyendo un muro, cuesta US$25.000 millones. Se paga por sí mismo en dos meses", declaró.

Ahora, en cambio, Trump afirma que, de hecho, México "está pagando el muro" a través del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá que sustituyó al TLCAN o NAFTA.

¿Ese tipo de cobro funcionaría?

Además de que el mecanismo para esta financiación no ha sido detallado, el nuevo TLCAN aún no ha entrado en vigor y tampoco ha sido ratificado por el Congreso de Estados Unidos.

"Trump puede creer que el nuevo acuerdo comercial reducirá el déficit comercial que tiene EE.UU. actualmente con México y que, a largo plazo, ahorrará dinero estadounidense que podría utilizarse en el muro", dice Andrew Hunter, economista de la consultora británica Capital Economics.

"Sin embargo, hay poca relación directa entre el déficit comercial de un país y las finanzas del gobierno", agrega.

Una segunda posibilidad es que el acuerdo aumente la actividad económica y con el tiempo pueda incrementar los ingresos fiscales del gobierno.

Pero, según Hunter, "los cambios incluidos en el acuerdo son relativamente menores y es poco probable que tengan mucho impacto en la economía".

Trump también planteó la idea de invocar la Ley Patriota para interrumpir o gravar los pagos de remesas a México de los inmigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos.

Según el Banco de México, estas remesas podrían ascender hasta US$25.000 millones por año.

Pero los críticos dicen que esto sería muy difícil de implementar y enfrentaría desafíos legales.

El presidente Trump planteó este plan como una forma de presionar al gobierno mexicano para que pague directamente por el muro, algo que México se niega categóricamente a hacer.

De ahí que la solución a este dolor de cabeza de Washington no se vea en el horizonte todavía.


Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.

https://www.youtube.com/watch?v=Jlq0h2lBuX8

https://www.youtube.com/watch?v=ZwTsrVEPTus

https://www.youtube.com/watch?v=T8R690L4c0s

Publicidad