Si el planeta está sufriendo un proceso conocido como "calentamiento global", ¿por qué está haciendo tanto frío en Estados Unidos? ¿Por qué estados como Dakota del Norte experimentan sensaciones térmicas de hasta -53 ºC esta semana? Muchas personas se hacen estas preguntas, incluido el presidente estadounidense, Donald Trump.

Pero la respuesta es que "calentamiento global" no significa que tengamos que sentir calor todo el tiempo en todas partes del mundo. El término se creó para alertar de que la temperatura promedio de la Tierra está aumentando de manera preocupante y que esto puede crear condiciones para que se formen fenómenos climáticos extremos. El vórtice polar en EE.UU. puede ser uno de ellos.

Otra consecuencia podría ser la ola de calor extremo que soporta Australia, donde la ciudad de Port Augusta, en el sur, alcanzó una temperatura récord de 49,5 ºC en enero.

Los científicos venían pronosticando la ola del frío ártico desde hacía mucho tiempo. Varios estudios demuestran que el catalizador es el calentamiento del Ártico, que lleva al océano a liberar más calor. Esto debilita la circulación del aire frío sobre el Polo Norte y le permite escapar hacia el Sur.

"Cuando el Ártico está caliente, las temperaturas frías y las fuertes nevadas son más frecuentes que cuando el Ártico está frío", señala un estudio publicado en la revista científica Nature Communications en 2017. Con el calor, el vórtice polar suele desplazarse hacia el sur, según varios estudios anteriores.

Hay expertos que atribuyen el vórtice polar de 2019 a un calentamiento repentino sobre el Polo Norte causado por una ráfaga de aire caliente originada en Marruecos en diciembre. Este sistema climático dividió el vórtice polar y provocó que una parte se desplazara hacia el sur.

Sin embargo, algunos estudios dicen que aún se ignora la causa detrás de la perturbación del vórtice polar. "Aún falta un análisis cuantitativo del posible papel estratosférico en las recientes tendencias de enfriamiento", dijo la Sociedad Meteorológica de EE.UU. en 2017.

"(El calentamiento global) también puede aumentar la intensidad de las temporadas frías, pero necesitamos más estudios para saberlo", dijo Ben Webber, de la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia, Reino Unido, a la BBC.

Pero los científicos sí que están de acuerdo en una cosa: el calentamiento de la Tierra está aumentando la frecuencia con la que ocurren fenómenos climáticos extremos.

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