Frenética, mortal, preocupante.

La primera semana de invasión rusa en Ucrania acapara la atención mundial y su resolución todavía no parece estar en el horizonte.

Desde que el pasado 24 de febrero el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenara una "operación militar especial" en su país vecino, la crisis ha escalado en guerra.

Los muertos entre militares y civiles se cuentan por miles, aunque las cifras son difíciles de verificar. Más de un millón de personas ya han huido de Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se ha alzado como líder de una resistencia que según expertos ralentiza el empuje ruso.

Y Putin sufre un castigo internacional sin precedentes, materializado en severas sanciones que ahogan la economía de su país.

Estos son seis momentos clave de la primera semana de la guerra más mortal de Europa en décadas.

1. Arranque de la invasión

Lo anunció Vladimir Putin en la mañana del jueves 24 de febrero: "Tomé la decisión de llevar a cabo una operación militar especial. Su objetivo será defender a las personas que durante ocho años sufren persecución y genocidio por parte del régimen de Kiev".

El mandatario se refería a la población prorrusa de la región oriental del Donbás, a la que Putin considera maltratada, sin fundamentos, por el gobierno "neonazi" de Ucrania.

Durante el discurso, Putin insistió en los peligros de que Ucrania sea admitida a la OTAN y aseguró que si el país se une a la alianza, Rusia estaría en riesgo de un "ataque".

Muchos residentes en Ucrania creían que las hostilidades se limitarían a la zona del Donbás, pero desde la madrugada de ese mismo jueves escucharon explosiones en varias de las principales ciudades ucranianas.

Miles de ucranianos comenzaron a huir y se contabilizaron las primeras víctimas mortales.

El arranque de la invasión vino precedido por el reconocimiento de Putin de las zonas prorrusas Donetsk y Luhansk como repúblicas independientes, lo que fue interpretado como la antesala a la escalada definitiva.

Antes, durante varias semanas, militares rusos se habían acumulado en la frontera con Ucrania y en Bielorrusia en supuestos ejercicios militares, a pesar de que servicios de inteligencia, especialmente en Estados Unidos y Reino Unido, advertían de la posibilidad de una invasión.

2. La resistencia ucraniana

La rápida y feroz resistencia ucraniana quedó personalizada de inmediato con la postura de su presidente Volodymyr Zelensky.

"Ucrania se está defendiendo y no renunciará a su libertad, piensen lo que piensen en Moscú. Para los ucranianos, la independencia y el derecho a vivir en su propia tierra según su voluntad es el valor más alto", dijo Zelensky horas después de que Putin formalizara la incursión militar.

Miles de ucranianos respondieron al llamado de su presidente, quien ofreció armas a todo ciudadano dispuesto a luchar por el país.

Muchos civiles han tomado las armas. Otros, a pesar de bombardeos sobre sus casas y barrios, también se han quedado para apoyar en lo que se necesite.

Varias imágenes han mostrado a ucranianos lanzando cócteles molotov a vehículos militares rusos, confrontando a soldados invasores por las calles o agrupándose para detenerlos.

El ejército ruso supera con creces al ucraniano pero, durante la primera semana de conflicto, Ucrania se ha defendido mucho más duramente de lo que Vladimir Putin esperaba.

"El presidente ruso probablemente esperaba que, unos días después de la invasión de las fuerzas rusas, Kiev hubiera caído", según reporta John Simpson, editor de asuntos internacionales de la BBC.

Aunque este "error de cálculo" que se achaca a Putin podría llevarlo a golpear aún más duro, como se ha evidenciado con el recrudecimiento del asedio en los últimos días.

3. La desconexión de SWIFT

Incluso antes de comenzar la invasión, Occidente ya había empezado a mover ficha para castigar a Rusia con duras sanciones económicas.

Alemania había suspendido la certificación del gaseoducto Nord Stream 2, clave para el suministro de gas ruso a Europa. Reino Unido, EE.UU. y la Unión Europea, por otra parte, arrancaron una batería de sanciones contra oligarcas, bancos y altos funcionarios rusos, incluido Putin, que no ha ido sino endureciéndose.

Una de las medidas más duras fue la decisión por parte de la UE, Reino Unido, Canadá y EE.UU. de eliminar a "una selección de bancos rusos del sistema de mensajería Swift".

La Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés) es el principal sistema de mensajería que utilizan los bancos para realizar pagos transfronterizos rápidos y seguros.

Con la exclusión de algunos bancos rusos del sistema, las empresas perderían acceso a las transacciones normales e instantáneas que proporciona la red y sus millonarios pagos por la energía y los productos agrícolas que exportan se verían gravemente afectados.

La respuesta en conjunto no solo de Occidente está siendo contundente y asume riesgos y pérdidas con tal de castigar a Rusia.

Además de estas medidas económicas, muchos países han cerrado su espacio aéreo a aerolíneas rusas.

Desde este lunes las sanciones comenzaron a notarse en el día a día de la sociedad rusa, con el rublo desplomándose a mínimos históricos y el éxodo de decenas de empresas privadas extranjeras.

4. ¿Advertencia "nuclear"?

El domingo 28 de febrero Putin ejecutó una orden que enseguida despertó miedos y críticas.

El líder ruso ordenó elevar al estado de alerta "especial" a sus fuerzas de disuasión, un movimiento que fue temido por muchos como una amenaza de estar dispuesto a usar armas nucleares.

Estados Unidos calificó la declaración como una "escalada totalmente inaceptable" de las tensiones.

Sin embargo, expertos en seguridad han matizado que las palabras de Putin no deben interpretarse como un deseo de querer usar armas nucleares, sino precisamente como una disuasión; una advertencia para aquellos que interfieran en su operación en Ucrania.

En cualquier caso, Occidente está procurando cuidar sus declaraciones y dejar claro en todo momento que la OTAN no pretende enviar tropas a Ucrania. La tensión es máxima y cualquier malentendido podría amplificarse peligrosamente.

Rusia y Estados Unidos son los países con más armas nucleares del mundo.

5. La toma de Jersón

La intensidad de los ataques rusos se ha acrecentado en los últimos días, a pesar de que el lunes se reunieron por primera vez delegados rusos y ucranianos, cerca de la frontera de Bielorrusia, para buscar una salida al conflicto.

Aunque las expectativas antes de la cumbre no eran altas, ambas partes se emplazaron a retomar las conversaciones este mismo jueves.

Desde comienzos de semana, tropas rusas avanzan por varios frentes y un largo convoy de alrededor de 60 kilómetros de largo estrecha el cerco sobre Kiev, la capital.

Mariúpol, Járkiv, Chernihiv y la propia Kiev son tres de las principales ciudades ucranianas víctimas de bombardeos que ya han causado más de 2.000 víctimas civiles de acuerdo a datos del Ministerio de Defensa ucraniano.

Estas ciudades todavía permanecen bajo control ucraniano, pero Jersón, otra urbe estratégica en el sur de país, se convirtió este miércoles en la primera posición clave tomada por los rusos.

Las tropas invasoras se hicieron con el control tras varios días de asedio y el alcalde de la ciudad, Igor Kolykhaev, dijo que las tropas rusas tienen el control de la ciudad y que en estos momentos no hay soldados ucranianos.

Jersón tiene 300.000 habitantes. Se encuentra en el río Dniéper, que atraviesa Ucrania de norte a sur, y cuenta con un puerto con acceso al mar Negro.

El control sobre Jersón le puede permitir a Moscú "comenzar a estrangular la logística de los ucranianos", según advirtió Jack Watling, experto del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad en Londres.

Salvo Jersón, hasta este jueves servicios de inteligencia británicos y estadounidenses no destacaban mayores avances de las tropas rusas, aunque se espera que su asedio continuará intensificándose.

6. Crisis histórica de refugiados

Por mucho años Europa pensó que un desplazamiento masivo de un país europeo a causa de la guerra era cosa del pasado.

Pero este jueves, apenas al cumplirse una semana de conflicto, las Naciones Unidas confirmaron que el número de refugiados en Ucrania ha superado el millón de personas. Más de la mitad han partido hacia el vecino Polonia.

Muchos de los que se han quedado pasan tiempo entre sus casas y refugios subterráneos cada vez que suena la alarma de ataque aéreo.

El Tribunal Penal Internacional, a petición de Ucrania, ha lanzado una investigación en La Haya contra posibles crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos durante los ataques y bombardeos de las tropas rusas.

En tanto, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó este jueves, por 141 votos a favor, 35 abstenciones y 5 votos en contra una resolución que condena a Rusia por su agresión a Ucrania y demanda la retirada incondicional de tropas.

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