Durante más de 24 horas esta semana miles de ciudadanos de México y de muchas otras partes del mundo tuvieron su atención enfocada en un nombre: Frida Sofía.

Así era como las autoridades y medios de ese país identificaron a una niña que supuestamente se encontraba viva bajo los escombros de la Escuela Enrique Rébsamen, en Ciudad de México, que se desplomó durante el terremoto de 7,1 que el pasado martes sacudió ese país.

La historia era falsa pero lo que sí era real es la muerte en esa escuela de 19 niños y 6 adultos, así como la afectación de miles de escuelas en todo el país.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública de México, un total de 5.092 centros escolares sufrieron daños durante los dos terremotos que sacudieron México los pasados 8 y el 19 septiembre.

Solamente en la capital, se vieron afectados 240 escuelas, de las cuales al menos 15 sufrieron daños graves.

Ladrillos, piedras y hormigón

Pero, ¿son las escuelas más vulnerables a los terremotos que el resto de edificaciones?

"Eso depende de la edificación. Los ingenieros saben cuáles son los tipos de construcción que son más vulnerables: entre los principales están los hechos con mampostería no reforzada, lo que incluye ladrillos o piedras; también los de hormigón armado que no ha sido adecuadamente reforzado para hacerlo resistente a los sismos", dice a BBC Mundo Janise Rodgers, una ingeniera especializada en terremotos.

"En ocasiones, el tipo de construcción de las escuelas es distinto al de las viviendas. Por ejemplo, en la provincia de British Columbia, en Canadá, hay muchas escuelas de ladrillos no reforzados, mientras que muchas de las casas son de madera. Entonces, las escuelas son de un tipo de material muy vulnerable a los terremotos", agrega Rodgers, quien es directora de operaciones de Geohazard International, una ONG cuya misión es evitar muertes prevenibles causadas por desastres naturales.

Vulnerabilidades

La experta señala que, en general, el tipo de edificación es lo más importante, aunque luego hay algunas características que pueden amplificar las vulnerabilidades.

Pone como ejemplo la situación en Nepal, donde tanto las escuelas como las viviendas están construidas en mampostería de piedra no reforzada.

Indica que en esos casos hay varias características que amplifican las vulnerabilidades de las escuelas. A saber:

  • Menos paredes en el interior
  • Salones más grandes
  • Mayor número de ventanas.

Escuelas afectadas por los sismos en México

Ciudad de México

240

Puebla

934

Tlaxcala

260

Estado de México

600

Morelos

48

Hidalgo

72

Chiapas

1.620

Oaxaca

1.225

Fuente: Secretaría de Educación Pública de México

Códigos

Rodgers asegura que las escuelas vulnerables son un problema en muchas partes del mundo, incluyendo Estados Unidos.

"En el sudeste asiático, donde trabajamos, hay muchas escuelas con esas características: India, Nepal, Bután; al igual que Haití en América Latina. Son países sobre los que puedo hablar por experiencia directa. También Perú. En el Mediterráneo, en Europa Oriental o en la antigua Unión Soviética", enumera.

La experta dice que uno de los problemas principales tiene que ver con el hecho de que las escuelas operen en edificaciones antiguas, construidas antes de que se adoptaran los códigos modernos que en la actualidad establecen las normas a seguir en cada lugar para edificar construcciones a prueba de sismos.

"Es una situación muy difícil tener una infraestructura educativa antigua con gran cantidad de vulnerabilidades.

En México también hay muchas escuelas construidas antes de la aplicación de los códigos modernos que en este país comenzó tras el terremoto de 1985", señala Rodgers, quien habló por teléfono con BBC Mundo desde Guadalajara donde asistía a un Congreso de Ingeniería Sísmica.

Indica que durante los últimos 70 años los ingenieros han elaborado un número de reglas para prevenir problemas conocidos.

"En 1933, en Long Beach (California) un terremoto hizo colapsar muchas escuelas. Nadie murió, pero de allí salió un aprendizaje sobre la vulnerabilidad de las construcciones en mampostería. Luego, en los años 60 y 70 una serie de terremotos demostraron los problemas del hormigón armado", dice.

Indica que se trata de un proceso de aprendizaje continuo.

"Cada vez que ocurre un terremoto nos recuerda que tenemos que seguir trabajando en solucionar la existencia de estos edificios vulnerables. Es costoso y requiere tiempo pero es necesario para prevenir estas tragedias", concluye.

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