"Hice lo que tenía que hacer. Actué".

Así explicó Johnnie Langendorff, uno de los vecinos de Sutherland Springs, Texas (EE.UU.) su decisión de perseguir al atacante mató a al menos 26 personas en la Primera Iglesia Bautista mientras se celebraba un servicio.

Con su sombrero de "cowboy", Langendorff le dijo a los medios locales que decidió actuar después de ver a "dos hombres intercambiando disparos".

Langendorff se dirigía a ver a su novia cuando escuchó un intercambio de disparos delante de la iglesia y vio cómo un hombre blanco vestido totalmente de negro, en alusión a Kelley, entró en su automóvil y se escapó.

"El tirador huyó en su vehículo, el otro hombre vino hacia mí y me dijo que teníamos que perseguirlo", relató. "Ha matado a muchas personas".

El joven aseguró que no hizo ninguna pregunta y actuó sin pensarlo, dejó subirse al vehículo al otro individuo y emprendieron la persecución.

El ataque había ocurrido en la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, un pequeño pueblo en el Condado de Wilson, Texas.

Este lunes, las autoridades seguían investigando los motivos del ataque. Se sabe que los exsuegros y la exesposa del agresor ocasionalmente concurrían a esta iglesia pero no estaban allí en ese momento.

Kelley fue dado de baja de la fuerza aérea de EE.UU. en 2014 después de que fuera juzgado por una corte marcial por agredir a su esposa e hijo.

La persecución

La pareja siguió al atacante a lo largo de varios kilómetros por la carretera FM 539 en dirección norte hasta que Kelley perdió el control de su vehículo.

Langendorff dijo que condujeron a alta velocidad alcanzando los 153 km/h hasta que el atacante perdió el control de su auto y se estrelló contra una zanja.

"Nos acercamos con el rifle del otro hombre gritándole que saliera del auto, pero no se movió: ya estaba muerto", aseguró Langendorff.

"No fue un gesto heroico, hice lo que cualquier persona hubiera hecho en la misma situación".

El sospechoso fue encontrado dentro de su vehículo, muerto y con una herida de bala que según la policía fue autoinfligida. En el auto había varias armas.

No se conocen detalles sobre el hombre que persiguió al atacante junto a Langendorff.

Pero ya se ha convertido en un héroe para sus vecinos.

Su forma calmada de hablar y sobre todo el tatuaje que luce en su pecho (el cráneo de una res cuyos cuernos se prolongan por su cuello), ya se han hecho de lo más popular.

La página de Facebook de Langendorff fue inundada con mensajes de apoyo desde el tiroteo.

Uno dice: "Dios te bendiga, Johnnie. Eres un verdadero héroe estadounidense".


"Pequeña comunidad"

Rajini Vaidyanathan, desde Sutherland Springs

Esta es una pequeña comunidad de alrededor de 400 personas: solo hay una oficina postal y dos iglesias.

El ataque en la Primera Iglesia Bautista afectó prácticamente a todos los hogares.

El sheriff local, Joe Tackitt, conocía a las personas que fueron víctimas del ataque.

Tackitt me dijo que ver a niños dentro de la iglesia después de lo que pasó fue lo más doloroso.

El oficial calcula que entre 12 y 14 niños estaban muertos o heridos.

Los exsuegros del sospechoso también acudían ocasionalmente a esta iglesia y ahora se cree que puede haber tenido una conexión con este lugar.

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