Los poderosos tornados que arrasaron ciudades en Kentucky y otros estados de Estados Unidos el viernes han sido descritos como unos de los más devastadores en la historia.

Las autoridades indican que es probable que el número de muertos supere los 100 y encontrar sobrevivientes es cada vez menos probable.

El enjambre de tornados arrasó lo que encontró a su paso en un recorrido de unos 360 km por los estados de Arkansas, Illinois, Misuri y Tennessee, pero las mayores pérdidas ocurrieron en Kentucky.

"La devastación no se parece a nada que haya visto en mi vida y tengo problemas para expresarlo con palabras", declaró el gobernador del estado, Andy Beshear, en una conferencia de prensa.

"Es muy probable que haya más de 100 personas muertas aquí en Kentucky", agregó.

En los otros cuatro estados se han reportado 14 muertes.

"Nueva normalidad"

En una entrevista el domingo en el programa State of the Union de CNN, la directora de la agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) de EE.UU., Deanne Criswell, dijo que este tipo de eventos climáticos severos que "se están normalizando".

"Esta será nuestra nueva normalidad, y los efectos que estamos viendo del cambio climático son la crisis de nuestra generación", indicó.

La funcionaria señaló que los tornados severos son poco comunes en estas épocas del año, sobre todo de una magnitud tan severa.

"Vemos tornados en diciembre, esa parte no es inusual, pero a esta magnitud, no creo que hayamos visto uno tan tarde en el año", afirmó Criswell. "La gravedad y la cantidad de tiempo que este tornado, o estos tornados, pasó en el suelo no tiene precedentes".

Cómo se forman los tornados

Los tornados son embudos verticales de aire que gira rápidamente. Sus vientos pueden superar los 400 km por hora y pueden despejar un trayecto de 1,6 km de ancho y 80 km de largo.

Los tornados nacen en tormentas eléctricas y a menudo van acompañados de granizo. Las tormentas eléctricas gigantes y persistentes llamadas supercélulas generan los tornados más destructivos.

Estas violentas tormentas ocurren en todo el mundo, pero Estados Unidos es un foco importante de estos eventos, con alrededor de 1.000 tornados cada año.

Huracán y tornado

Los poderosos tornados, que según los meteorólogos son inusuales en los meses más fríos del año, se produjeron solo unos meses después de que el huracán Ida, de categoría 4, arrasara el este de Estados Unidos.

Pero ¿cuál es la diferencia entre un huracán y un tornado?

Los huracanes y tornados se parecen en aspectos básicos. Ambos son fenómenos meteorológicos que producen fuertes vientos potencialmente muy destructivos.

Y ambos son vientos girando alrededor de un centro.

Podría parecer que un tornado es una versión pequeña de un huracán: tiene menor diámetro y dura menos tiempo.

Y es que el área media que abarca un tornado es de 300 metros, mientras que los más grandes pueden llegar a abarcar un diámetro de dos a tres kilómetros.

Los huracanes, por su parte, son mucho más extensos, y pueden afectar a áreas que van de 100 a más de 2.000 kilómetros de diámetro.

Pero en realidad son fenómenos bien diferentes.

Los vientos de un tornado pueden llegar a 500 km/h.

En el caso de un huracán de categoría 5 los vientos pueden pasar los 250 km/h.

Otra diferencia es que los huracanes se forman en el océano, en latitudes tropicales, y tienen una vida de días o hasta semanas.

Mientras los tornados se forman casi siempre en tierra (o también en zonas del mar muy cercanas a la costa) y duran apenas unos minutos.

El hecho de que un tornado venga de un huracán o de una tormenta simple no significa que sea más o menos letal: todas estas estructuras tienen sus características particulares y dañan dependiendo de muchas otras variables.

Es decir: los tornados generados por un huracán no son muy diferentes de otros tornados.

El peligro de un tornado

Cuando un huracán toca tierra se dan las condiciones ideales para la formación de tornados: el ciclón se ralentiza, sus vientos bajos se debilitan pero los altos se mantienen agresivos.

Esa inestabilidad, añadida a la conjunción de diferentes temperaturas en el aire, genera los tornados que se desprenden del huracán y pueden golpear pequeñas áreas antes de extinguirse.

El tornado se genera casi siempre en la parte norte del huracán y a una distancia de entre 80 a 500 kilómetros del centro.

Quizá el mayor problema con los tornados asociados a un gran huracán es que se golpean zonas ya de por sí afectadas por el ciclón.

Y sobre todo que, a diferencia de un huracán, los tornados aparecen de forma casi repentina: el factor sorpresa es una de sus más graves amenazas.

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