Italia ha sido azotada en los últimos días por fuertes vientos y lluvias que han dejado al menos ocho personas muertas en todo el país, mientras que las escuelas y los sitios turísticos están cerrados en varias regiones en medio de temores por la seguridad de las personas.

Y en Venecia, famosa por sus canales, funcionarios dicen que la ciudad está sumergida en un 75%.

La plaza de San Marcos se cerró el lunes por la tarde, luego de que el nivel del agua alcanzó "acqua alta" (aguas altas) de 156 cm.

Es el cuarto nivel más alto que se registra en toda la historia de la ciudad.

Y, sin embargo, muchas personas, tanto turistas como locales, siguieron con sus asuntos, como si nada.

Los vientos de la tormenta que inundó a Venecia alcanzaron los 180 km/h.

Algunas personas se dirigieron a los pasillos elevados de madera que se instalan cuando hay inundaciones.

Otros, incluidos los turistas, se pusieron botas altas o se quitaron los zapatos para zambullirse en el agua.

Los comerciantes trabajaron para mantener el agua lejos de su mercancía.

Ahora que Venecia, y la región más amplia del Véneto, están en alerta roja, se les ha advertido a los residentes que estén preparados para interrupciones del transporte público e infraestructura.

Los meteorólogos advierten que el mal tiempo continuará.


 

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