Son el núcleo duro, la última línea de defensa. Y se dicen preparados para cualquier escenario.

Ahora que muchos en Venezuela exigen la salida de Nicolás Maduro del poder y que aumentan las presiones de Estados Unidos y sus aliados para lograr ese objetivo, ellos mantienen prietas las filas frente a la "agresión imperialista".

Son "los colectivos", las agrupaciones pseudo-oficiales que proliferaron con apoyo oficial por toda Venezuela desde que Hugo Chávez llegó al poder.

La oposición y detractores del chavismo los acusan de actuar como grupos paramilitares que actúan al margen de la ley para imponer el control social en las zonas populares.

Ellos se definen como "movimientos sociales" que contribuyen al desarrollo de los programas de asistencia gubernamental y a alimentar la llama revolucionaria en los barrios.

Dejan claro que defenderán con las armas cualquier intento de derrocar el gobierno de Nicolás Maduro.

En la víspera de la gran marcha convocada por la oposición para renovar su demanda de que el presidente renuncie y en apoyo de Juan Guaidó, a la que el chavismo planea contestar con otra simultánea, BBC Mundo conversó con tres de sus líderes en uno de los locales en los que se reúnen a menudo en el centro de Caracas.

En medio de figuras de Hugo Chávez, vírgenes y santos, banderas de Venezuela y carteles con el rostro de Bolívar, dieron su opinión sobre la crisis institucional en la que se halla el país desde que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamara "presidente encargado" y exigiera el "cese de la usurpación" de la que acusa a Maduro.

Creen que una guerra en Venezuela es probable. Y se dicen listos para el combate.

"Subero", un exmilitar dispuesto a "combatir hasta morir"

Con 47 años y padre de 3 hijos, este exmilitar que no quiere dar su nombre se declara dispuesto a librar otra batalla por la revolución bolivariana.

No será la primera.

Sargento retirado, fue, según cuenta, uno de los uniformados que en 1992 participó en el alzamiento liderado por Hugo Chávez contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

Como Chávez, Subero fue uno de los que pagó con cárcel su rebelión fallida.

Ahora está al frente del Colectivo 4 de febrero, la efeméride que conmemora aquella asonada, hito fundacional del chavismo.

La lealtad al comandante Chávez y su proyecto, ahora en su peor momento debido a la crisis económica y la presión diplomática contra el gobierno de Maduro, están tatuadas en su biografía.

Para él, lo que sucede hoy en Venezuela es "una situación inducida por poderes externos" y cuenta que tiene buenos amigos opositores.

Cree que lo que se prepara es una invasión de Venezuela. Y en ese escenario, se declara "presto y dispuesto para la guerra".

Aunque hace distinciones: "Yo estoy preparado para dispararle a los de fuera, no para dispararle al pueblo".

Jorge Navas, un veterano combatiente dispuesto a ser "la pesadilla de los gringos"

Líbano, El Salvador, Nicaragua

Jorge Navas cuenta que ha combatido por sus ideales de izquierda en muchos lugares del mundo.

Ahora está resuelto a hacerlo también en Venezuela, donde cree probable que "se produzca un conflicto con muchas bajas".

Me explica su punto de vista en el local comunitario, mientras una vieja televisión emite en directo por la cadena estatal el mitin en el que Diosdado Cabello, líder clave del chavismo, trata de enardecer a una multitud de seguidores del gobierno.

Las palabras de uno y otro casi se solapan.

El gobierno lleva días advirtiendo de que se prepara una "operación internacional" y llamando a la resistencia.

Navas es de los que acudirán a esos llamados y encuentra precedentes alentadores en la historia.

"Estados Unidos tiene una pesadilla que es Vietnam. ¿Quién dice que Venezuela no puede ser el nuevo Vietnam?"

Su tesis es que "Venezuela tiene mucha selva y los gringos no pueden vencer en una guerra de guerrillas".

Él ya se prepara para un conflicto armado.

"Nosotros somos milicianos. Cuando llegue el momento, tomaremos las armas", dice.

Asegura que está dispuesto a dejarlo todo en combate.

"Yo entregaría mi vida por el ideal bolivariano, más que nada por dignidad, para no humillarme ante los norteamericanos".

"Sombra" y su "guerra a muerte" en defensa del legado de Chávez

El colectivo al que pertenece toma su nombre del decreto con el que el libertador Simón Bolívar llamó en 1813 a la lucha sin cuartel contra los españoles que llevaría a la independencia de Venezuela.

Fue el decreto de "guerra a muerte".

Y para eso, para la guerra a muerte, se dice preparado "Sombra", que prefiere no dar su nombre completo y cuenta que, además de en "las luchas sociales", trabaja en el sector de la seguridad.

Aunque está dispuesto a todo, prefiere otros escenarios antes que el de la violencia. "Queremos que las cosas se resuelvan mediante el diálogo".

Afirma que en Venezuela pueden convivir "ideologías distintas", pero reclama respeto a lo que, según él, los venezolanos expresaron en las urnas.

"Mi voto vale y yo quiero que el legado de Chávez siga en el presidente Nicolás Maduro", dice refiriéndose a las elecciones presidenciales de 2018 en las que Maduro fue reelegido. La mayoría de la oposición no quiso participar porque las consideró un fraude y ni Estados Unidos ni la Unión Europea reconocieron los resultados porque, dijeron, no se habían dado las garantías necesarias.

Sombra no tiene dudas de que "Maduro es el presidente constitucional" de su país y cree que los problemas actuales de su "patria bonita" se deben a que "muchos no aprendieron del gran legado que dejó el comandante eterno".

El sábado será uno de los que, imbuidos de espíritu marcial, participe en la marcha progubernamental convocada para contestar a la de la oposición.

"Daría la vida por la revolución, claro que sí", sostiene convencido.

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