El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de sus hijos y su partido ultraconservador atraviesan una crisis por supuestas irregularidades en el financiamiento de campañas regionales, que podrían costarle el puesto a uno de sus ministros más cercanos, a pocas semanas de haber asumido el poder.   

Citando fuentes cercanas al gobierno, los periódicos locales afirman que Bolsonaro determinará este lunes la salida de Gustavo Bebianno de la Secretaría General de la Presidencia, un cargo de coordinación general y de mucha confianza del primer mandatario. 

"Es hora de enfriar la cabeza", dijo el ministro al ser abordado por periodistas este domingo, cuando salía a almorzar en Brasilia.  

La renuncia de Bebianno, si se concreta, podría robarle protagonismo al presidente en una semana clave, cuando espera presentar al Congreso su proyecto de reforma de las jubilaciones, su principal caballito de batalla para sanear las cuentas públicas, y aumentar la presión sobre el gobierno de Venezuela con la inauguración de un centro de acopio de ayuda humanitaria en el norte del país. 

Como presidente del conservador Partido Social Liberal (PSL, el partido oficialista) durante el período electoral Bebianno fue uno de los principales articuladores de la campaña de Bolsonaro.

Una investigación del diario Folha de S. Paulo reveló este mes un supuesto esquema de creación de candidatos "fantasma" del PSL para recibir fondos electorales en los estados de Pernambuco y Minas Gerais para los comicios de octubre pasado. 

El ministro, que niega estar involucrado en las cuentas regionales del partido, inicialmente intentó minimizar la crisis y afirmó que había conversado varias veces con el presidente mientras éste se encontraba internado en Sao Pualo, recuperándose de una cirugía abdominal. 

Pero Carlos Bolsonaro, uno de los tres hijos del mandatario dedicado a la política (es concejal de Rio de Janeiro), negó la existencia de esos contactos y su propio padre le dio poco después la razón afirmando que Bebianno "miente". 

Reveló además que había ordenado abrir una investigación policial sobre su ministro.

Desde entonces, aliados del presidente se han dividido en torno al protagonismo que Bolsonaro ha dado a su hijo Carlos, que no ocupa ningún cargo en el gobierno federal, y a la forma en como trató a Bebianno, uno de sus hombres de confianza. 

Además de ese desgaste interno, las revelaciones sobre el supuesto esquema de candidatos "fantasma" comprometen la imagen de Bolsonaro ante los electores, que le confiaron el 55% de los votos por su promesa de combatir la crisis económica, el crimen organizado y la corrupción. 

A menos de dos meses de haber asumido, otro escándalo en ciernes ensombrece la imagen del gobierno: el organismo antilavado de Brasil detectó transacciones "sospechosas" en la cuenta bancaria del primogénito del mandatario, el senador Flavio Bolsonaro, que niega cualquier irregularidad y asegura poder probarlo ante las autoridades. 

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