La Casa Blanca anunció el domingo que no participará en la primera audiencia pública a la que había sido invitada dentro de la investigación de la Cámara Baja para un juicio político al presidente Donald Trump, decisión que pone de relieve su voluntad de deslegitimar esa indagación.

El presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, el demócrata Jerrold Nadler, había invitado a los abogados de Trump a participar en la primera audiencia pública que llevará a cabo el panel que dirige, programada para el próximo miércoles 4.

El abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, envió este domingo una carta a Nadler que indica: "Bajo las circunstancias actuales, no tenemos previsto participar en su audiencia del miércoles".

Cipollone no descartó que la Casa Blanca o Trump puedan enviar a abogados a futuras audiencias en el Comité Judicial, y aseguró que darán una respuesta al respecto antes de la fecha límite establecida por Nadler, el próximo viernes 6.

Se espera que en la audiencia del miércoles comparezcan expertos legales para hablar sobre los precedentes constitucionales de los juicios políticos. Cipollone insinuó que la Casa Blanca la considera una sesión poco importante, al subrayar que no incluye a "ningún testigo relacionado con los hechos".

Boicot oficial a las investigaciones

Alegó que hay "innumerables deficiencias de proceso que han infectado la investigación" y que "una discusión académica con profesores de Derecho no proporciona al presidente una pizca de un proceso justo".

La decisión ilustra la determinación de la Casa Blanca a boicotear un proceso que ha intentado deslegitimar desde que comenzó en septiembre, una dinámica que ha tenido su mayor exponente en el bloqueo de Trump a la comparecencia de varios testigos clave.

Al ausentarse de la audiencia, la Casa Blanca dejará en manos de sus aliados, como el congresista republicano Jim Jordan, la tarea de convencer a los estadounidenses de que Trump no merece un juicio político por sus presiones a Ucrania.

El Comité Judicial de la Cámara Baja será el panel encargado de determinar si redacta cargos contra el presidente, conocidos como artículos para un juicio político.

La investigación se basa en las presiones de Trump para lograr que el gobierno ucraniano indagara en si el ex vicepresidente estadounidense y aspirante presidencial demócrata Joe Biden fue corrupto en su trato con Ucrania cuando estaba en el poder en 2016 y su hijo Hunter tenía lazos con la compañía de gas ucraniana Burisma.

Impeachment entra a semana clave

Trump ha reconocido que presionó a Ucrania para que investigara a Biden, pero ha negado que ese fuera el motivo por el que retuvo la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda militar al país, o por el que dio largas a los intentos del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de reunirse con él en la Casa Blanca.

La investigación del juicio político entra en un punto clave esta semana, ya que los investigadores intentarán una votación que permita aprobar su informe en la Cámara de Representantes el próximo martes.

La mayoría demócrata asegura que el informe hablará por sí mismo al establecer posibles cargos de soborno o "crímenes y delitos menores'', una norma constitucional para el "impeachment".

Los republicanos quieren que testifique el representante demócrata Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia, aunque no tienen poder para obligarlo a hacerlo, toda vez que  intentaron presentar como "sesgada" la investigación liderada por el Partido Demócrata contra Trump.

"Si él decide no testificar, entonces realmente cuestiono la veracidad de ese informe", dijo el representante Doug Collins, el principal republicano en el Comité Judicial. Schiff, por su parte, sostuvo que "no hay nada sobre lo que pueda testificar" ni hay razón para llamar "a un miembro del Congreso como testigo".

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