China disparó este martes cohetes en el estrecho de Taiwán al iniciar el segundo día de maniobras militares dirigidas a simular un bloqueo de puertos y ataques a objetivos marítimos de esa isla de régimen democrático que reclama como propia.

Reconocida solo por una docena de países, Taiwán dispone de gobierno, ejército y moneda propia y cuenta con Estados Unidos como su principal proveedor de armamento y seguridad. Sin embargo, Pekín la considera parte de su territorio y no descarta usar la fuerza para tomar su control.

Los dos días de ejercicios bélicos chinos, denominados "Misión Justicia 2025", comenzaron el lunes y fueron condenados "enérgicamente" por Taipéi como una "intimidación militar".

El Ejército Popular de Liberación (EPL) chino explicó en un comunicado que, "a las 09H00 (01H00 GMT) del 30 de diciembre, las fuerzas terrestres del Comando de Teatro Oriental del EPL efectuaron maniobras con fuego real de largo alcance en las aguas al norte de la isla de Taiwán y alcanzaron el efecto deseado".

El Ministerio de Defensa taiwanés detectó 130 aviones militares chinos cerca de la isla en un período de 24 horas, así como 14 buques navales y ocho navíos gubernamentales no especificados.

Periodistas de la AFP en Pingtan, una isla china cercana a Taiwán, observaron al menos 10 cohetes que estallaron en el aire alrededor de las 09H00, dejando estelas de humo blanco y un gran estruendo mientras surcaron los cielos.

Turistas corrieron a barricadas de madera para grabar los proyectiles con sus teléfonos.

"Nuestro país es cada vez más fuerte y próspero (...), por eso tiene la capacidad de hacer esto", dijo a la AFP Chen, una visitante de 63 años, que espera que "el resultado final" sea "la unificación pacífica".

El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, condenó las maniobras y dijo que China estaba "socavando deliberadamente la estabilidad regional mediante la intimidación militar".

"Se trata de una provocación flagrante contra la seguridad regional y el orden internacional", alertó en Facebook.

"Provocaciones"

Las maniobras chinas suceden luego de que Estados Unidos anunciara la venta de un nuevo paquete de armas a Taiwán y de declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, en las que sugirió responder militarmente en caso de una agresión contra esa isla vecina.

En esta ocasión, Pekín está haciendo hincapié en "mantener alejadas de Taiwán a las fuerzas extranjeras que podrían intervenir", consideró Chieh Chung, experto militar de la Universidad Tamkang de la isla.

"El mensaje principal de China es una advertencia a Estados Unidos y Japón para que no intenten intervenir si el PCC (Partido Comunista Chino) utiliza la fuerza contra Taiwán", dijo el experto a la AFP.

El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, advirtió este martes en Pekín que su país responderá "enérgicamente" a las ventas de armamento a gran escala de Washington a Taipéi.

"En respuesta a las continuas provocaciones de las fuerzas independentistas de Taiwán y a la venta a gran escala de armas estadounidenses a Taiwán, debemos, por supuesto, oponernos con firmeza y contrarrestarlas enérgicamente", dijo el ministro en un discurso.

Su vocero, Lin Jian, calificó los ejercicios como "una medida necesaria para defender la soberanía nacional y la integridad territorial".

El presidente estadounidense, Donald Trump, negó el lunes estar preocupado por las maniobras chinas y restó importancia a la posibilidad de una invasión de Taiwán, al asegurar que no cree que su homólogo, Xi Jinping, "vaya a hacerlo"

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