Un joven manifestante murió este lunes, luego de haber sido herido por la fuerza pública el sábado en medio de las protestas contra el gobierno de Iván Duque, que cumplen cinco días en Colombia.

"Con pesar informamos, que no obstante la atención brindada durante estos días, en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos, Dilan Cruz, en razón a su estado clínico, acaba de fallecer", indicó el Hospital San Ignacio de Bogotá en un comunicado.

Cruz es el cuarto muerto registrado en las protestas contra el gobierno, que dejan de momento 500 heridos entre civiles, policías y militares, 172 detenidos y 61 extranjeros expulsados por participar en "actos vandálicos", la mayoría venezolanos.

"Lamentamos profundamente la muerte del joven Dilan Cruz. Expresamos nuestras sinceras condolencias a su mamá, su abuelo y sus dos hermanas. Reitero mi solidaridad con esta familia", indicó en un tuit el mandatario derechista.

El estudiante de un colegio público fue herido en la cabeza el sábado por un artefacto no identificado lanzado por un miembro del escuadrón antidisturbios, mientras manifestaba en el centro de Bogotá, según quedó registrado en diferentes videos.

Desde ese día se instaló una vigilia con flores y pancartas frente al hospital en donde fue internado.

Tras su muerte se iniciaron cacerolazos y marchas en varios barrios de Bogotá, donde miles han manifestado contra las políticas sociales, económicas y de seguridad del gobierno.

Sus padres han llamado a evitar la violencia, a través de comunicados.

Presionado por las movilizaciones y con una popularidad en rojo, Duque convocó a una reunión el martes con los promotores del llamado paro nacional, quienes de momento no han respondido a la invitación.

Los convocantes son de sectores tan amplios como los reclamos y exigencias contra el gobierno.

Las centrales obreras rechazan supuestas iniciativas gubernamentales para flexibilizar el mercado laboral y las pensiones. Los estudiantes reclaman más recursos para la educación pública, y los indígenas, que no hacen parte del comité, exigen protección tras el asesinato de decenas de ellos desde que Duque asumió el poder en agosto de 2018. 

Todos cuestionan el asesinato de líderes sociales y el intento de modificar el pacto de paz de 2016 que desarmó a la exguerrilla FARC, que también ha participado en las marchas.

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