La policía de Buenos Aires detuvo la jornada del sábado al sexto integrante de la banda autodenominada Caza Violines, grupo de jóvenes que "combate la pedofilia" pero que está acusado de secuestrar y torturar a hombres bajo engaño.
Según lo dieron a conocer los medios argentinos, el nuevo arrestado es señalado como la persona que facilitaba los departamentos donde se realizaban las emboscadas.
La detención fue realizada por efectivos de la División Investigaciones Comunales 5 de la Policía de la Ciudad, tras dos allanamientos realizados en Balvanera, en las calles Tucumán y Jean Jaurès.
Todo lo anterior ocurrió durante un grupo de procedimientos en donde se incautaron notebooks, un CPU, una consola de videojuegos, un teléfono celular, un pendrive y flores de marihuana.
Además, todo el material será periciado para intentar obtener nuevas evidencias.
Según lo da a conocer La Nación, el detenido estaba prófugo desde abril y cumplía un rol clave en las trampas que tendían contra sus víctimas, siendo ya son seis los detenidos en el caso.
Cómo operaban los Caza Violines
El grupo se hacía pasar por adolescentes en redes sociales o apps de citas y contactaba a hombres adultos. La única mujer del grupo -una joven de 21 años- se presentaba como mayor de edad al iniciar el diálogo, pero más adelante introducía frases como “tengo 13” para simular una conversación comprometida.
Luego, los hombres eran invitados a un departamento, donde eran emboscados por el resto del grupo, golpeados, filmados y expuestos públicamente en transmisiones en vivo.
Además, las agresiones eran difundidas por plataformas como Kick y acompañadas de amenazas.
En algunos casos, las víctimas fueron forzadas a situaciones extremas: desde golpes y humillaciones hasta la difusión de sus datos personales y los de sus familias.
Uno de los episodios más graves ocurrió en marzo, cuando un hombre de unos 40 años acudió a un encuentro creyendo que vería a una mujer adulta. Al llegar al lugar, fue reducido, golpeado durante dos horas y exhibido en vivo.
Según la prensa del país vecino, esa denuncia fue clave para desbaratar la banda.
Influencer como líder y la "inspiración extranjera"
El rostro visible del grupo era Brandon Joaquín Maldonado, un influencer de 23 años conocido como “El Quechuga” o “Brandom Lee”. Fue detenido junto a otros tres hombres -uno de ellos menor de edad- y la joven que actuaba como “carnada”.
Todos están imputados por privación ilegítima de la libertad agravada por violencia y coacción. En caso de ser condenados, arriesgan penas de hasta 25 años de cárcel.
Las autoridades también investigan la posible inspiración del grupo en casos similares surgidos en Estados Unidos, donde más de 170 acciones de “cazadores de pedófilos” han sido reportadas en el último año, muchas de ellas con métodos similares y con fines lucrativos.
La Justicia argentina continúa analizando decenas de registros de video publicados por el grupo bajo títulos como “Violín cazado y domado” o “Empresario de 51 quería con una de 12”.
Aunque por ahora existe una sola denuncia formal, se sospecha que habría más víctimas, cuyos casos aún no han sido denunciados.
Cabe destacarse además que el accionar del grupo ha generado una fuerte discusión pública, tanto con partidarios como detractores.
Mientras algunos usuarios en redes sociales los defienden como justicieros, desde el sistema judicial se los señala como responsables de una "maquinaria de violencia disfrazada de causa moral, con fines de exposición, humillación y posible monetización".