"Gracias, Dios los bendiga y Dios bendiga a Estados Unidos".

Con esas palabras el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump ─frente a sus ministros, senadores, congresistas y algunos magistrados de la Corte Suprema─ cerró su primer discurso ante el Congreso, gatillando la salida inmediata de varios demócratas que se encontraban al interior de la Cámara. 

La Cámara de Representantes se llenaba de apluasos cada cierto tiempo, y los republicanos no dejaban de pararse de sus puestos para vitorear las palabras del Presidente, que se ubicaron en la misma línea de siempre: una dura política migratoria, un pedido a cambiar el Obamacare y un aumento en el gasto militar.

Pese a tratarse de un discurso convencional, sorprendió con tres temas: no dijo que México pagará por el muro, no se refirió a las relaciones con China y Rusia, y rompió la incertidumbre respecto a la OTAN señalando que Washington le declara "un fuerte apoyo". 

Sistema migratorio basado en méritos y el muro

Tal como lo ha especificado en estos últimos meses, Trump defendió su dura política migratoria asegurando que "al hacer que finalmente se apliquen nuestras leyes migratorias, vamos a elevar salarios, ayudar a los desempleados, ahorrar miles de millones de dólares y tornar nuestras comunidades más seguras para todos".

La sorpresa fue su anuncio de implementar un sistema de migración basado en méritos y capacitación de candidatos, para así frenar el acceso al país de personas con baja capacitación.

"Si pasamos del actual sistema de inmigración de personas con baja capacitación, y adoptamos un sistema basado en mérito, tendremos muchos beneficios: ahorraremos dólares, elevaremos los salarios y ayudaremos a las familias en dificultades -incluyendo familias de inmigrantes- a ingresar a la clase media", expresó.

En su primer discurso ante la Cámara de Representantes, Trump abordó una de las promesas más polémicas de su campaña: la construcción de un muro en la frontera con México. 

"Pronto comenzaremos la construcción de un gran muro a lo largo de nuestra frontera sur. Comenzará antes de lo previsto; cuando esté terminada, será un arma muy efectiva contra las drogas y el crimen", afirmó.

Sin embargo, contra todo pronóstico, Trump jamás dijo que será México el encargado de pagar por el muro, una promesa que había mantenido desde su campaña.

"Fuerte apoyo" a la OTAN

"Apoyamos fuertemente a la OTAN, una alianza forjada por los lazos de dos guerras mundiales que destronaron el fascismo y una Guerra Fría que derrotó el comunismo. Pero nuestros socios deben cumplir sus obligaciones financieras", dijo Trump en el discurso.

Hasta ahora, los países integrantes de la Alianza Militar del Atlántico Norte, OTAN, mantenían la incertidumbre sobre la postura de Trump. Ya que durante su campaña presidencial, el ahora mandatario había expresado su molestia con las naciones que estaban atrasadas en sus contribuciones financieras.

Sin embargo, en el discurso añadió que "respetará instituciones históricas, pero también vamos a respetar los derechos soberanos de las naciones". 

En un mensaje directo a la Alianza, Trump dijo que su gobierno esperaba de sus aliados, "ya sean de la OTAN, del Medio Oriente o del Pacífico, que adopten un rol directo y significativo en operaciones militares, y que paguen su justa parte de los costos".

Las relaciones con China y Rusia

Pese a la retórica que ha mantenido Trump en estos últimos meses, al referirse a la política internacional no tuvo ninguna palabra para la economía China ni de las relaciones con Rusia. 

De hecho, en el tradicional discurso de réplica que da el partido opositor al presidente ─Steve Beshear, ex gobernador de Kentucky y el elegido por el partido para dar la respuesta─ se refirió al cauteloso tono que ha tenido Trump con Moscú en este primer mes.

"El Presidente Trump está ignorando las serias amenazas a nuestra seguridad nacional a manos de Rusia, que no es nuestro amigo", dijo Beshear desde una cafetería en Kentucky, algo muy inusual e informar para el discurso de réplica. 

Obamacare y el presupuesto militar

Pero siguiendo sus líneas más clásicas, Trump mantuvo su fuerte postura en contra del sistema de salud público impulsado en la última administración: el Obamacare.

"Obamacare está colapsando y debemos proteger a todos los estadounidenses. La acción no es una opción, es una necesidad", señaló.

"Llamo a todos los demócratas y republicanos en el Congreso a que trabajen con nosotros para salvar a los estadounidenses de este desastroso Obamacare", dijo.

Tampoco sorprendió con su ya anticipado anuncio de que aumentará significativamente el gasto militar.

De hecho, se refirió con orgullo que su incremento al gasto militar en US$ 54.000 millones es uno "de los mayores aumentos en la historia del país".

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