El FBI ha sacudido la campaña presidencial en Estados Unidos al reabrir el viernes el caso del uso por parte de la candidata demócrata, Hillary Clinton, de un servidor privado para sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado. 

James Comey, director de la Agencia Federal de Investigación, envió el viernes al Congreso una confusa carta que ha dejado más preguntas que respuestas y que ha agitado la campaña electoral a diez días de las elecciones presidenciales.

"A colación de un caso no relacionado, el FBI ha tenido conocimiento de la existencia de correos electrónicos que parecen ser pertinentes para la investigación", escribió Comey, quien se comprometió a revisar los nuevos correos electrónicos para "determinar si contienen o no información clasificada" y "valorar su importancia" para su investigación.  

Los correos electrónicos fueron encontrados en un ordenador que pertenecía al ex congresista demócrata Anthony Weiner, investigado en un escándalo de "sexting" (envío de mensajes, fotos o vídeos de contenido sexual) con una adolescente de 15 años. Weiner está separado de Huma Abedin, ayudante de Clinton. Según la cadena CNN, los correos electrónicos fueron enviados o recibidos por Abedin.

Jarro de agua fría

El anuncio de Comey ha caído como un jarro de agua fría en la campaña de Clinton, que lleva 4,6 puntos de ventaja en las encuestas a su rival, el candidato republicano Donald Trump, según la web RealClearPolitics, que hace una media de las últimas encuestas nacionales publicadas. Clinton ha exigido al director del FBI que explique de qué correos electrónicos se trata. La candidata demócrata se mostró, sin embargo, confiada en que, sea lo que sea, no cambiará la decisión alcanzada en julio por el FBI de no presentar cargos contra ella por el uso de un servidor privado cuando era secretaria de Estado entre 2009 y 2013.

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