Bamenda es conocida por su clima moderado, su ubicación entre verdes colinas y por ser una de las pocas ciudades de Camerún donde se habla inglés.

Pero desde hace meses es el centro de un conflicto idiomático. Ya han muerto al menos 10 manifestantes, las escuelas y tiendas están cerradas, las calles, desiertas y los activistas que usan internet desde otras regiones reclaman #BringBackOurInternet (devuélvannos nuestra internet).

A principios de este año -el 18 de enero- el gobierno camerunés emitió una polémica orden dirigida a las empresas de telecomunicaciones del país: bloquear la internet en las zonas anglófonas, la Región del Noroeste y la Región del Sudoeste.

Es la primera vez que se censura la red en el país. Y la medida pretende evitar que los afectados (unos cinco millones de personas) usen las redes sociales y aplicaciones de mensajería como WhatsApp.

Con la restricción del acceso a la red, las autoridades enviaron mensajes de texto a la población, advirtiendo que se exponen a largas penas de cárcel si difunden "informaciones falsas" a través de las redes sociales.

Justo un día antes de la censura, fueron arrestados varios líderes de grupos que protestaban de forma pacífica contra la obligatoriedad del francés en las escuelas y en los tribunales, lo cual consideran una marginalización hacia quienes no hablan el idioma.

Conflicto idiomático

Bamenda, la capital de la anglófona Región del Noroeste -cuyo idioma oficial es un vestigio de su pasado colonial -primero el dominio de los alemanes y después del imperio británico- convive entre disputas con la mayoría francoparlante del resto del país.

Y lo mismo ocurre en Buea, la capital de la Región Sudoeste, en donde está ubicada gran parte de la economía digital del país, un área que se conoce popularmente como "Silicon Mountain".

Los ciudadanos de habla inglesa se quejan de que sufren discriminación y que son excluidos de puestos de trabajos estatales.

También protestan porque determinados documentos oficiales son emitidos únicamente en francés y porque el sistema legal se limita al uso de ese idioma.

El conflicto idiomático se ha visto incrementado en los últimos años por algunos grupos políticos angloparlantes que abogan por la independencia de la región.

Y es que aunque en la nación africana se hablan más de 200 lenguas, la herencia del Camerún colonial -que se independizó a principios de los 60- es el bilingüismo oficial (francés e inglés) que se ha intentado potenciar en las escuelas, aunque en realidad apenas el 20% de la población habla el idioma anglosajón.

Varios cameruneses -desde regiones con acceso a internet- han protestado en Twitter y en otras plataformas contra la medida gubernamental.

¿Qué dicen las compañías telefónicas?

Algunos cameruneses no sólo culpan al gobierno, sino también a las compañías de telecomunicaciones que proporcionan los servicios de internet.

Estas firmas puede que no tengan el poder de frenar la situación, pues la infraestructura de fibra óptica es proporcionada por una empresa estatal, pero no se opusieron públicamente a la interrupción de los servicios.

El mayor proveedor, MTN Cameroon, negó haber violado la privacidad de sus clientes al permitir en envío de los mensajes gubernamentales.

Otras empresas como Orange Nexttel o Vodafone decidieron no hacer comentarios.

La medida no sólo ha afectado a las comunicaciones y empresas de las regiones anglófonas, sino también al sistema bancario.

Hace una semana, el grupo Internet Sans Frontières (Internet sin Fronteras) denunció que el bloqueo de las dos semanas previas había supuesto una pérdida para las empresas de más de US$723.000, una cifra que no parece muy alta, pero que podría aumentar considerablemente si la medida sigue en pie.

Por otra parte, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), un organismo internacional, destacó que el acceso a internet es un derecho humano básico y "mostró su preocupación" por el cierre de la red en Camerún y la "violación de libertad de expresión".

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