Boeing reveló un nuevo grupo de mensajes internos en el que los empleados de la compañía discutieron una profunda inquietud por el 737 Max y los problemas en los simuladores de vuelo utilizados para entrenar a los pilotos en el nuevo avión.

"Este avión está diseñado por payasos, quienes a su vez son supervisados ​​por monos", dijo un piloto de la compañía en mensajes a un colega en 2016, que Boeing reveló públicamente este jueves por la noche. La compañía ya había proporcionado los documentos a los legisladores y a la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés) de EEUU, que están investigando el 737 Max y el proceso que lo autorizó a volar.

Los documentos remitidos por la compañía también han revelado bromas y burlas hacia las potenciales debilidades de este modelo. En concreto, pilotos y otros empleados de Boeing mantienen discusiones internas sobre el uso de los simuladores en el proceso de certificación por parte de la FAA (y que se venían usando como parte de la formación de los pilotos que iban a volar este aparato). "¿Pondrías a tu familia en uno de los simuladores del MAX? Yo no lo haría", apuntaba un empleado a otro en 2018 antes del primer accidente. El destinatario de la comunicación también se expresaba negativamente.

Los mensajes amenazan los esfuerzos del fabricante para reconstruir la confianza pública en su aeronave estrella, que fue forzada a quedarse en tierra desde marzo después de dos accidentes mortales. Este nuevo episodio se sumará a los obstáculos que tendrá que enfrentar David Calhoun, un miembro de la junta desde hace mucho tiempo, quien asumirá el 13 de enero como director ejecutivo al reemplazar a Dennis Muilenburg, quien fue despedido el mes pasado.

"Estos correos electrónicos recientemente lanzados son increíblemente condenatorios", dijo el representante de EEUU Peter DeFazio, un demócrata de Oregón que preside un comité que investiga a Boeing y al Max.

"Dibujan una imagen profundamente inquietante respecto de lo que Boeing aparentemente estaba dispuesto a hacer para evadir el escrutinio de los reguladores, las tripulaciones de vuelo y el público que volaba, incluso sus propios empleados estaban haciendo sonar las alarmas internamente", dijo DeFazio en un comunicado.

Boeing, que proporcionó los documentos bajo presión de los legisladores estadounidenses, rechazó los mensajes por su "lenguaje provocativo", ofreció igualmente disculpas y dijo que estaba comprometido con la "total transparencia" con la FAA.

"Observamos el contenido de estas comunicaciones y nos disculpamos con la FAA, el Congreso, nuestros clientes de aerolíneas y con el público que vuela por ellos", dijo la firma con sede en Chicago en un comunicado. "Hemos realizado cambios significativos como compañía para mejorar nuestros procesos de seguridad, organizaciones y cultura".

En un comunicado, la FAA dijo que revisó los mensajes de Boeing y descubrió que "nada en la presentación señalaba ningún riesgo de seguridad que no se haya identificado como parte de la revisión en curso de las modificaciones propuestas a la aeronave".

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