Maria Verónica Grossi es la protagonista de esta conmovedora historia que se desarrolló en la zona rural de Carangola, a unos 350 kilómetros de Belo Horizonte en Brasil. Ahí Grossi se convirtió en la tutora legal de Maria Martins Ferreira, una mujer de 59 años con cáncer que fue abandonada por su familia. 

Esta historia comienza hace varios años, cuando la enfermera y la mujer eran vecinas, Grossi visitaba regularmente Maria y le pedía a su familia que la llevaran al doctor para analizar su estado de salud, la que parecía decaída. 

Luego de un tiempo, la enfermera encontró a la mujer tirada en el suelo. “Estaba sucia y débil, pensé hasta que estuvo muerta cuando la vi. Pero llegamos a tiempo y la llevamos al hospital“, relató Verónica a medios locales. 

Al ser internada le encontraron un tumor canceroso alojado entre el pecho y el corazón. La familia de la señora nunca se acercó hasta el hospital para conocer su estado de salud, por lo que  Maria Verónica le hizo firmar un poder notarial que le permitía hacerse responsable de la anciana de ese momento en adelante.

María vive con verónica desde diciembre del 2018, quien junto a su hija de 14 años se preocupan de los cuidados y controles periódicos de la mujer para controlar su cáncer, quien se prepara para una cirugía de tórax para extraer la masa de su pecho.  

En la actualidad la mujer no tiene relación con su familia y Verónica inició el proceso para poder adoptar legalmente a  Maria, lo que se deberá resolver en un tribunal. 

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