AFP

Las autoridades españolas y marroquíes anunciaron este miércoles la detención de seis hombres en Marruecos y en el enclave español de Melilla, asegurando que se ha desmantelado así una "célula terrorista yihadista" que había planeado ataques "de gran envergadura".

Las detenciones fueron anunciadas tres semanas después de los atentados en Cataluña, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico, que dejaron 16 muertos y más de 120 heridos. Dichos ataques fueron perpetrados por jóvenes de nacionalidad marroquí, que crecieron en España.

"La Policía Nacional y la Dirección General de Seguridad del Territorio del Reino de Marruecos han desarticulado una célula terrorista yihadista compuesta por seis individuos, de los cuales uno ha sido detenido en Melilla y cinco en Marruecos", indicó en un comunicado el ministerio del Interior español. 

Según añade, la investigación efectuada del lado marroquí "evidenció que este grupo había planeado ataques terroristas de gran envergadura, manteniendo reuniones nocturnas restringidas, donde realizaban sesiones de entrenamiento físico y simulaban asesinatos mediante decapitación".

Por su lado, la agencia marroquí de prensa MAP habló, citando un comunicado del ministerio marroquí de Interior, de "entrenamientos sobre la forma de efectuar operaciones de degollamiento, con ayuda de armas blancas".

La agencia MAP añade que la célula operaba en la zona de Beni Chiker, en la periferia de Nador, una localidad del noreste de Marruecos cercana al enclave español de Melilla. Sus miembros habían "planificado la ejecución de operaciones terroristas de gran envergadura en Marruecos y España".

Cinco de los sospechosos detenidos este miércoles son de nacionalidad marroquí, uno de ellos residente legal en España. El sexto arrestado es de nacionalidad española y de origen marroquí, según el gobierno de Madrid.

La policía española indica que el presunto líder de la célula es un español de 39 años y de origen marroquí, residente en Melilla. Fue detenido por las autoridades de Marruecos, cuando se encontraba en este país.

Éste, según el ministerio español, aprovechaba "su puesto de trabajo como auxiliar educativo en un centro de reeducación de menores para llevar a cabo labores de captación y radicalización entre estos jóvenes, en una especial situación de vulnerabilidad".

La operación fue coordinada por la fiscalía de la Audiencia Nacional, un alto tribunal español especializado entre otros en la lucha antiterrorista.

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