La declaración del gobierno islamista que controlaba la capital de Libia, diciendo que abandonan el poder de forma pacífica fue una sorpresa para la comunidad internacional. En el comunicado dado a conocer este martes (05.04.2016) por la noche detalla que esta decisión la tomaron para evitar un mayor derramamiento de sangre y la división del país.

“Informamos sobre el cese de nuestra autoridad ejecutiva, tanto del primer ministro, como de los ministros y parlamentarios del gobierno de salvación nacional. Renunciamos ante Dios primero y ante nuestro amable pueblo después, y nos desvinculamos de todo acontecimiento que pueda ocurrir en el futuro. Siempre hemos trabajado en el interés de los libios ”, se leía en el comunicado difundido en la página web del Ministerio de Justicia de Libia.

La medida servirá para fortalecer al gobierno de unidad que espera instaurar Naciones Unidas, que hasta ahora no ha logrado el apoyo del gobierno instalado en Tobruk, donde Aqila Saleh, actual mandatario, insiste en que no cederá el poder ni reconocerá al gobierno de unidad hasta que este no logre el voto favorable de la Cámara, reconocida por la comunidad internacional.

Con el nuevo gobierno del primer ministro Fayez al Serraj se busca terminar la guerra civil que asola al país desde la caída de Muammar al Gaddafi en el 2011. Desde entonces, numerosos grupos armados se enfrentan unos con otros. Aprovechando el caos fue que el Estado Islámico se expandió en el país.

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