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El secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson aseguró que su país ha perdido la "paciencia estratégica" con Corea del Norte y dejó abierta la posibilidad de una intervención militar si los asiáticos continúan presionando con sus lanzamientos de armas nucleares.
"Desde luego que no queremos (...) un conflicto militar. Pero si ellos elevan la amenaza de su programa nuclear a un nivel que consideramos que requiere una acción, entonces esa opción está sobre la mesa", dijo en conferencia de prensa con su homólogo surcoreano Yun Byung-Se.
Barack Obama había sido mucho más cauto respecto del régimen de Kim Jong-un.
Estas declaraciones se suman a las acusaciones a través de Twitter que le hizo el presidente Donald Trump a China, principal aliado de Pyongyang.
"Corea del Norte se está comportando muy mal. Han estado 'jugando' con Estados Unidos durante años. ¡China ha hecho poco para ayudar!", escribió el mandatario en Twitter.
En este ambiente, Tillerson visitará mañana sábado China y ya anunció que presionará al gobierno de Beijing para que contenga a su aliado norcoreano.
China, en todo caso, no parece estar muy dispuesta a esto. Hace poco, incluso, criticó públicamente la decisión de Estados Unidos de desplegar en Corea del Sur el escudo antimisiles THAAD (Terminal High-Altitude Area Defense), e impuso una serie de medidas que Seúl interpretó como represalias económicas.