Un estudio reveló que el cáncer de mama sería más proclive a desarrollar una metástasis debido a que sus células tumorales “despiertan durante la noche”.

La investigación publicada en la revista Nature indica que en el cáncer de mama, las células tumorales circulantes (CTC) tienen más posibilidades de ingresar al flujo sanguíneo durante la noche que en el día, por lo que podrían expandir la enfermedad a otros órganos (causar metástasis) con mayor frecuencia que otros tipos de cáncer.

La hipótesis de los científicos tuvo una de sus bases en el hecho de que personas que trabajan en horarios no habituales, como azafatas o enfermeras del turno nocturno, tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama.

El estudio fue realizado basado en el impacto del ciclo circadiano en las funciones del organismo. Para ello, extrajeron sangre de ratones con cáncer en distintas horas del día.

Los roedores tienen un ciclo circadiano inverso al humano (están despiertos en la noche). Las muestras de sangre extraídas durante el día (descanso en ratas) tenían mayores porcentajes de CTC que las muestras de la noche (horas activas).  

Posteriormente se avanzó al estudio de sangre extraída de 30 mujeres con cáncer de mama en dos horas diferentes, sacando muestras a las 04:00 de la madrugada (hora de descanso) y una a las 10:00 de la mañana (hora activa).

Según lo reportado por Nature, los investigadores encontraron que la mayor cantidad de CTC estaba concentrada en las muestras recolectadas en la madrugada.

Nicola Aceto, biólogo del cáncer del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich y co-autor del estudio, aseguró que con su investigación ha quedado claro que “los tumores se despiertan cuando los pacientes están durmiendo”.

“Me sorprendió porque el dogma es que los tumores envían células circulantes todo el tiempo”, dijo Aceto. “Pero los datos eran muy claros. Por lo que después de la sorpresa comenzamos a estar muy emocionados”.

El descubrimiento podría llevar a mejores métodos para rastrear la progresión del cáncer y posibles tratamientos preventivos, comentó Qing-Jun Meng, cronobiólogo de la Universidad de Manchester, Reino Unido.

El equipo descubrió que tratar a los ratones con cáncer con hormonas como insulina o testosterona en ciertos horarios tenía impacto en la cantidad de células tumorales circulantes.

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