Al menos cinco personas murieron este martes a causa de la explosión de un gasoducto de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), siniestro provocado presuntamente por una toma clandestina en los suburbios de la ciudad de Monterrey (norte), informaron autoridades locales.

Jorge Camacho Rincón, director de Protección Civil del estado de Nuevo León, dijo a la AFP que se encontraron "cinco cuerpos calcinados" en el lugar de los hechos, un campo ubicado en un cruce carretero del municipio de García, en las afueras de la zona metropolitana de Monterrey. 

Se desconoce la identidad de las víctimas y no se reportan heridos en el siniestro, detalló el funcionario.

El presidente Enrique Peña Nieto lamentó los hechos en un mensaje en la red social Twitter. "Mis condolencias a los familiares de quienes perdieron la vida en los trágicos hechos ocurridos en García, Nuevo León", escribió.

Las autoridades señalan que en el sitio de la explosión se encontraron, también calcinadas, dos máquinas perforadoras, por lo que no se descarta que se haya tratado de una toma clandestina. 

La explosión se reportó alrededor de las 17H00 (22H00 GMT) y al caer la noche el siniestro estaba controlado, aunque aún se alcanzaba a divisar una flama de unos dos metros de altura en el sitio.

Dos helicópteros arrojaron agua desde el aire para apoyar la labor de bomberos, mientras que cuerpos de auxilio cerraron la zona carretera y elementos de corporaciones policiales fueron desplegados en la zona.

En un comunicado, Pemex señaló que detectaron una caída en la presión en un gasoducto del municipio de García, ubicada a 40 kilómetros del centro de Monterrey, la tercera ciudad del país y polo industrial del norte de México.

"Se aplicó el plan de respuesta de Emergencias y se procedió al cierre de válvulas de seccionamiento para cortar el flujo de gas", señaló Pemex.

La perforación ilegal de ductos de Pemex para el robo de combustible, atribuido a cárteles de las drogas como una forma de diversificar sus actividades delictivas, se han incrementado de 1.620 robos en 2012 a 4.218 en 2014, según cifras de Pemex.

Las tomas clandestinas de combustible han causado distintos desastres.

En abril, unas 100.000 personas se quedaron sin agua potable en el estado de Tabasco (sur) luego de un derrame de aceite en dos ríos.

En diciembre de 2010, un robo desató una mortal explosión que dejó 29 muertos en la comunidad de San Martín Texmelucan, en el estado de Puebla (centro).

El incremento del robo de combustible se registra en momentos en que México abre su sector energético a la inversión extranjera por primera vez desde 1938 luego de una reforma impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, aprobada en 2013.

El 15 de julio se realizó la primera licitación de 14 bloques petroleros en aguas someras del Golfo de México, aunque con magros resultados ya que sólo se colocaron dos cuando se esperaba que fueran al menos cuatro.

En septiembre se realizará una segunda licitación en el marco de esta apertura petrolera denominada Ronda 1.

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