La fiscalía peruana allanó este sábado las viviendas de funcionarios investigados por el escándalo de contratos de un cantante que provocó que el Congreso aprobara el viernes someter a un juicio de destitución al presidente Martín Vizcarra, un caso que ya afecta a una economía en recesión por la pandemia.

Por su parte, el gobierno acusó este sábado al jefe del Congreso, Manuel Merino, quien debe asumir el poder si Vizcarra es destituido, de haber tomado irregularmente contacto con jefes militares para involucrarlos en el proceso contra el mandatario.

Entre las viviendas registradas por fiscales y policías figura la de la secretaria general de la presidencia peruana y asistente personal de Vizcarra, Miriam Morales, la funcionaria más cercana al mandatario investigada por este caso. 

También fueron allanados los domicilios de la asistente del despacho presidencial, Karem Roca, y del cantante Richard Cisneros, protagonista de este caso con tintes rocambolescos.

Tanto Morales como Roca son figuras claves en unos audios grabados a escondidas en los que se escucha a Vizcarra hablando sobre el escándalo e incitándolas a mentir ante la comisión parlamentaria que investiga el caso.

Estos audios son la base de la acusación del Congreso, que necesita 87 votos de un total de 130 para destituir al mandatario.

Fuerzas Armadas

El jefe del Congreso, Manuel Merino, fue acusado por el gobierno de tratar de involucrar a las fuerzas armadas en el proceso destitución en curso. 

"Hemos sido testigos de un hecho gravísimo", declaró el primer Ministro, Walter Martos, un general retirado del Ejército.

"La actitud del presidente del Congreso ha sido temeraria (...). Las Fuerzas Armadas no son deliberantes", dijo el ministro de Defensa, Jorge Chávez, también general en retiro, quien habló para los medios junto a Martos. 

Merino se defendió diciendo en rueda de prensa que "se ha tratado de confundir a la población, haciendo creer que hay un complot".

De su lado los presidentes de Bolivia, Colombia y Ecuador, que integran la Comunidad Andina junto a Perú, exhortaron a evitar la destitución en un contexto de emergencia santaria por la pandemia.

"Invocamos a sus autoridades a evitar acciones que podrían poner en riesgo el legítimo ejercicio del poder y el proceso político institucional democrático" en Perú, dice un comunicado firmado por la presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez y sus pares de Colombia, Iván Duque, y Lenín Moreno de Ecuador. 

Contra las cuerdas

Vizcarra, que carece de partido y bancada, deberá comparecer el 18 de septiembre ante el plenario a ofrecer sus descargos, tras lo cual los legisladores debatirán y procederán a votar si lo destituyen o no.

La difusión de las grabaciones llevó a seis de los nueve partidos representados en el Congreso a exigir la remoción de Vizcarra, quien asumió el poder en marzo de 2018 tras la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente.

La decisión de llevarlo a juicio fue adoptada el viernes con el voto de 65 legisladores, 36 en contra y 24 abstenciones.

Economía en apuros

La incertidumbre política ha tenido efectos en la economía peruana, que ya enfrentaba fuertes tempestades por la pandemia.

La cotización del dólar cerró las dos últimas jornadas en alza, acumulando 7,9% de aumento en el año por causa de la pandemia, la recesión y ahora la crisis política.

La moneda estadounidense cerró el viernes en 3,578 soles, un alza de 0,86% respecto a la víspera, en un contraste con 2019, cuando el tipo de cambio se mantuvo estable a lo largo del año.

Para frenar el alza del dólar, el Banco Central intervino dos veces el viernes en el mercado cambiario.

Paralelamente, la Bolsa de Lima cerró el viernes con baja de 0,42%, mientras los bonos soberanos de Perú cayeron levemente en el mercado internacional de valores.

La economía peruana está en recesión luego de que el PIB se desplomara 30% en el segundo trimestre, periodo que coincidió casi íntegramente con el confinamiento obligatorio.

En el primer trimestre había caído 3,4% y el Banco Central estima que este año la contracción llegará al 12,5%, la peor cifra en tres décadas.

Vizcarra, de 57 años, ha tenido altos índices de popularidad en sus dos años y medio en el poder, lo que se reflejó la noche del viernes en un cacerolazo en Lima en su apoyo.

La crisis estalló cuando Perú es uno de los países más afectados por la pandemia, con más de 716.000 contagios y 30.470 muertos. 

Proporcionalmente a su población, Perú es la nación más enlutada del mundo por el coronavirus, con 94,86 decesos por cada 100.000 habitantes, según ranking de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.

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