La tensión aumenta en las calles de Caracas con protestas convocadas por el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó  por los masivos apagones que dejan intermitentemente a oscuras a casi toda Venezuela desde inicios de marzo.

Las fuerzas de seguridad de Venezuela dispersaron con gases lacrimógenos parte de las manifestaciones opositoras en Caracas e impidieron que se concentraran en algunos puntos del oeste de la capital venezolana, comprobaron periodistas de la AFP.

El corte eléctrico más reciente se produjo hacia las 19:10 horas locales afectando a Caracas y al menos a 20 de los 23 estados, varios de los cuales seguían sin suministro pasado el mediodía de este sábado.

Los masivos apagones que se iniciaron el 7 de marzo colapsan además el suministro de agua, el transporte y los servicios de telefonía e internet. El más reciente detuvo la actividad entre el lunes el jueves.

"No tenemos agua"

"Aquí se va la luz cada ratico, no tenemos agua, no tenemos internet, aquí el servicio de agua está pésimo desde hace un año y con estos cortes de luz se ha agravado muchísimo más, aquí hay personas mayores, hay niños, tenemos necesidad de los servicios", afirmó una opositora que se juntó con sus vecinos en Caracas para protestar en medio de cacerolazos.

"Nos vamos a organizar en la operación Libertad y el próximo 6 de abril vamos todos a las calles de Venezuela", expresó desde una concentración en Los Teques (ciudad vecina de Caracas) el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 50 países, encabezados por Estados Unidos. Habitantes del oeste Caracas, un bastión tradicional del chavismo, se concentraron en esquinas en pequeños grupos.

"Me niego a irme de Venezuela porque estoy segura que hay mucho por lo que luchar. (…) Nos mantendremos en la calle luchando", expresó una opositora que se identificó como Andrea.

"Llevamos más de doce días sin electricidad durante marzo en Caracas, y ni hablar en el resto del país, en Zulia (estado fronterizo en el oeste del país) no han podido recuperar la luz y eso no tiene perdón, son miles de familias las que se han quedado sin comida por falta de refrigeración", añadió.

"Llamado a la paz"

Maduro también convocó a "una gran movilización" para "decirle no al terrorismo imperial". Además pidió a los "colectivos" -grupos chavistas que la oposición denuncia que están armados- "cero tolerancia con las guarimbas", como llama a las protestas violentas.

"Ellos incitan al odio, nosotros llamamos al amor, ellos incitan a la guerra y nosotros hacemos un llamado cotidianamente a la paz", dijo a AFP Jesús Camargo, coordinador de movimientos sociales.

El gobierno de Maduro atribuye la crisis a "ataques" de la oposición, apoyados por Estados Unidos, contra la hidroeléctrica de Guri (estado Bolívar, sur), que genera 80% de la energía que consume el país.

Las fallas eléctricas son habituales en Venezuela desde hace una década y expertos consideran que son consecuencia de la falta de inversión en infraestructura y de la corrupción, pero hasta ahora Caracas había estado relativamente al margen de los extendidos apagones.

Ayuda humanitaria

En medio de la emergencia, la Cruz Roja anunció que distribuirá en quince días la ayuda humanitaria en Venezuela, una cuestión que centra la pugna por el poder entre Maduro y Guaidó.

La decisión marca un giro en la política de Maduro, quien pese a mostrarse abierto a la cooperación internacional sin "injerencias", niega que el país petrolero sufra una "crisis humanitaria", como denuncia Guaidó.

Venezuela enfrenta un agudo desabastecimiento de medicinas, pues el gobierno, su principal importador, carece de liquidez por el derrumbe de la producción petrolera -que aporta 96% de los ingresos- y su expulsión de los mercados financieros a raíz de sanciones de Estados Unidos.

Según la ONU, casi un cuarto de los 30 millones de venezolanos necesita ayuda "urgente".

El pasado 23 de febrero, cargamentos de comida e insumos médicos gestionados por Guaidó y enviados por Washington a Colombia y Brasil fueron bloqueados por el gobierno socialista en medio de disturbios que dejaron unos siete muertos y decenas de heridos.

Maduro alegó que esas cargas eran el preámbulo de una intervención militar.

Guaidó reivindicó como un logro la asistencia de la Cruz Roja, al afirmar que "es resultado de la presión" ciudadana que lidera desde que se autoproclamó presidente encargado el 23 de enero.

El opositor se juramentó luego de que el Legislativo declarara a Maduro "usurpador" por haber iniciado un segundo mandato en enero, fruto de elecciones "fraudulentas".

El gobierno chavista anunció además que un avión de China con 65 toneladas de medicinas e insumos médicos llegó el viernes a Venezuela.

China es uno de los mayores aliados de Maduro junto con Rusia, que hace una semana envió una misión militar a Caracas. Maduro vincula el desabastecimiento con las sanciones de Estados Unidos para asfixiarlo económicamente y obligarlo a entregar el poder a Guaidó.

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