El presidente francés, François Hollande, reunió a su consejo de defensa, en el que están los ministros y directores de servicios responsables de la seguridad en un sentido amplio para reorientar la acción antiterrorista con las enseñanzas de la captura ayer (19.03.2016) en Bruselas de Salah Abdeslam.

El consejo de defensa empezó a las 10.00 horas y contó con la presencia del primer ministro, Manuel Valls, y de los titulares de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, Interior, Bernard Cazeneuve, y Defensa, Jean-Yves Le Drian.

El presidente francés dijo que sobre la base de las informaciones que se le comunicaron de la operación de ayer, este consejo de defensa debe servir para continuar seguir el rastro de esa red terrorista, pero también de otras que han preparado o preparan atentados. Hizo notar que hay "vínculos" que les "llevan siempre a Siria, donde el grupo terrorista Estado Islámico ha querido que estos atentados puedan ser organizados, planificados y realizados", y subrayó su voluntad de que la lucha antiterrorista se haga también "a nivel europeo".

El ministro Cazeneuve, por su parte, afirmó que Salah Abdeslam, "uno de los principales responsables de los atentados" de París del pasado 13 de noviembre, "deberá responder de sus actos ante la justicia francesa". La detención ayer de Abdeslam "es un golpe importante a la organización Estado Islámico en Europa", subrayó Cazeneuve en una breve declaración al término del Consejo de Defensa que había organizado el presidente Hollande.

El ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, señaló hoy, en declaraciones al canal francés "BFM TV", que su país no va a oponerse al envío del presunto terrorista a Francia, adonde podría llegar en las próximas semanas o en los próximos meses.

Pese a todo, Cazeneuve advirtió de que esa lucha está lejos de haber terminado y que "el nivel de la amenaza sigue extremadamente elevado, dijo que en las próximas semanas se tomarán disposiciones para continuar la adaptación ante ese riesgo y reiteró la "determinación total" de su país para "acabar con la amenaza terrorista".

Recordó que hubo siete terroristas que murieron esa misma noche, a los que se añadieron tres más "neutralizados" en la ciudad de Saint Denis, al norte de París, el 18 de ese mismo mes y otro abatido esta semana en Bruselas por la policía belga. Y añadió también que por ahora hay diez imputados por esos atentados, ocho en Bélgica y dos en Francia.

Más allá de los hechos del 13 de noviembre, Cazeneuve aludió a los 78 individuos arrestados en Francia en el marco de diversas investigaciones por terrorismo, de los cuales 37 han sido inculpados y 28 están encarcelados, lo que pone de relieve que "nunca la actividad" antiterrorista "ha sido tan intensa".

El ministro, que señaló la presencia ayer de agentes franceses en la operación de Bruselas, destacó "la buena colaboración" con Bélgica, y la puso en relación con el viaje que él mismo había hecho a la capital belga, junto al primer ministro, Manuel Valls, el pasado 1 de febrero para que las fuerzas del orden y los servicios secretos trabajaran de forma más estrecha.

También se reúne el Consejo belga

El Consejo Nacional de Seguridad de Bélgica también se reunió hoy para tratar la detención la víspera en el barrio bruselense de Molenbeek del presunto cerebro del aparato logístico de los atentados del 13-N en París, Salah Abdeslam.

El primer ministro belga, Charles Michel, presidió la reunión a la que asistieron los ministros de Interior, Jan Jambon, de Exteriores, Didier Reynders, de Justicia, Koen Geens, y de Defensa, Steven Vandeput. También participan las autoridades de seguridad belgas y el director del Órgano de coordinación para el Análisis de la Amenaza (OCAM), que evalúa el nivel de alerta a partir de las informaciones que le facilita el Centro de Crisis de Bélgica.

Este sábado se espera que el OCAM decida si se mantiene el actual nivel 3 sobre una escala de 4, que se activó en Bélgica tras los atentados del pasado 13-N en París. El nivel 3 supone un riesgo "posible y verosímil" de atentados terroristas.

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