El laboratorio estadounidense Pfizer anunció esta semana que la vacuna que están produciendo contra el COVID-19, que aún se encuentra en fase tres de ensayos, tiene una efectividad de un 90 por ciento, lo que ha provocado satisfacción a nivel mundial, además de esperanza y competencia en la carrera por conseguir el antídoto contra la pandemia.

En el ensayo que está realizando en Estados Unidos el laboratorio junto con la empresa alemana BionTech, y que comenzó a fines de julio, han participado más de 45 mil personas, quienes recibieron la vacuna o placebos.

De todos los participantes solo 94 personas fueron infectadas, lo que hace presumir que en caso de que todos los participantes hubiesen recibido la vacuna, la efectividad podría ser incluso superior al 90 por ciento.

La agencia de noticias Press Association conversó con tres personas que participaron del estudio, quienes describieron si tuvieron algún malestar o efecto secundario tras ser inoculados.

"Ha sido como tener una fuerte resaca después de una noche de fiesta", dijo Glenn Deshields, de 44 años, quien vive en Austin, Texas, y que desarrolló anticuerpos, lo que quiere decir que recibió una dosis real de la vacuna. 

Carrie, de 45 años y de Missouri, también recibió la dosis real y explicó que tuvo dolores de cabeza y una leve gripe, aunque reconoció que más allá del malestar general, su malestar no pasó a mayores.

Bryan en tanto, un ingeniero de 42 años de Rome, Georgia,  dijo no haber tenido ningún síntoma, por lo que supone que recibió un placebo.

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