AFP

El ministro de Justicia, Germán Garavano, afirmó este jueves que no pone "las manos en el fuego por nadie" en el marco de la investigación por la desaparición de Maldonado, visto por última vez el 1 de agosto durante una acción de la Gendarmería (policía militarizada) contra una protesta de una comunidad mapuche en el sur de Argentina.

Garavano indicó que se trata de "un hecho muy grave" en el que "hay que estar abierto a cualquier hipótesis".

En el mismo sentido se expresó el miércoles el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ante el Congreso: "No damos por sentado que fue Gendarmería, tampoco que no lo fue".

El giro por parte del gabinete del presidente Mauricio Macri ocurre luego de que esta semana una prueba de ADN desarmara una hipótesis alentada por el gobierno, que puso en duda que Maldonado estuviera manifestando el día en que desapareció tras el desalojo policial.

El miércoles, un fiscal federal abrió una investigación por presunto encubrimiento contra Macri, Peña, Garavano, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.

La justicia, los organismos de derechos humanos y la familia del joven calificaron el hecho de "desaparición forzada". El gobierno lo rechaza de plano.

El juez Guido Otranto de Esquel (1.900 km al sudoeste de Buenos Aires), a cargo de la causa, ordenó este jueves rastrillar las márgenes del río Chubut, que atraviesa el asentamiento mapuche para buscar el cuerpo del joven.

Familiares del Maldonado, muy críticos de la investigación, dijeron en rueda de prensa desde Esquel que ni ellos ni la fiscalía fueron notificados de esa orden, que calificaron de "preocupante".

El rastrillaje "es una medida que no solo es contraria a todas las pruebas que ya están, sino que es intimidante para las personas que fueron valientemente a declarar", dijo Verónica Heredia, la abogada de la familia.

También denunció la adulteración "a simple vista" de los libros de la Gendarmería.

Avruj viajó el miércoles a la provincia patagónica de Chubut, donde ocurrió la desaparición, y dijo que "no hay ningún indicio" contra los gendarmes.

Peña recalcó en el Congreso que su "preocupación y ocupación como gobierno es encontrar a Santiago Maldonado con vida. Si se comprueba algún delito por parte de las fuerzas de seguridad no habrá ningún tipo de encubrimiento", dijo.

El joven de 28 años había ido a solidarizarse con los reclamos mapuches sobre unas tierras adquiridas por el empresario italiano Luciano Benetton, dueño de unas 900.000 hectáreas en la Patagonia.

Publicidad