Juan Marquestau, es un hombre que se encuentra detenido en Argentina por un brutal femicidio ocurrido la última semana de 2021 y que ahora hace noticia por sus videos en TikTok grabados desde la cárcel. 

El hecho ocurrió en Mar Chiquita y la víctima de 29 años, fue identificada como Nicole Peña. Ella era pareja de Marquestau y se encontraba desaparecida desde el 23 de diciembre de 2021. Tras la declaración de varios testigos, se logró dar con el paradero del asesino, sobre quien había una orden de restricción hasta abril de 2022.

Según consigna el medio trasandino TN, el cuerpo de la víctima finalmente fue encontrado en un campo, semidesnudo y atado de pies y manos. La noticia generó conmoción en el país vecino, luego de que la autopsia revelara que la mujer murió ahogada y aún estaba con vida cuando la lanzaron al aljibe en donde finalmente apareció su cuerpo. 

Tres días después, Juan Marquestau confesó el crimen a la policía y actualmente se encuentra en prisión preventiva en la Unidad Penal Nª15 de Batán, a la espera del juicio.

Por eso molestó tanto cuando comenzó a circular a través de redes sociales, los videos que el detenido comparte desde la cárcel en su cuenta de TikTok.

Desde la ducha, en un taller o en el patio del penal, Juan Marquestau se las ingenia para subir contenido a redes sociales. Cuando se viralizaron los registros, de inmediato comenzaron las críticas por las facilidades con las que cuenta el asesino confeso

"Hola chicas, seguidoras, ¿cómo les va? Me estoy por dar un baño. Soy medio vergonzoso, pero bueno. Quiero mandarles un saludo a todas las amigas, a las que me siguen", señala el sujeto en uno de los videos que ha generado indignación en redes sociales. 

¿QUÉ HAN RESPONDIDO LAS AUTORIDADES? 

Los fiscales Ramiro Anchou y Diego Benedetti, enviaron un oficio al director de la Unidad Penal, para que le retuvieran su celular, ya que según informó el medio anteriormente citado, "al no estar cometiendo ningún tipo de delito, no hay elementos penales para quitárselo".

Esto, pese a que no se está cumpliendo con el protocolo de uso de celular en la cárcel, que señala que puede ser utilizado solo para comunicarse con la familia y afectos y que "está prohibido usarlo en pabellones, pasillos, espacios educativos, laborales y cualquier ámbito que no sea de alojamiento".

Los medios locales apuntan a que dicho protocolo "debe llevarse adelante con criterios de razonabilidad”.

 

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