En Estados Unidos, un hombre de 38 años falleció tras haberle explotado un cigarrillo electrónico en la cara.

La autopsia determinó que Tallmadge D'Elia, residente del Estado de Florida, murió el pasado 5 de mayo de forma accidental debido a que tras la explosión del artefacto, partes del mismo salieron volando y le perforaron la cara.

La policía de San Petersburgo llegó hasta su domicilio y encontró su cuerpo envuelto en llamas, posteriormente determinaron que D'Elia sufrió lesiones térmicas en cerca del 80% de su cuerpo, incluyendo pecho, hombro, abdomen, espalda, un brazo y una mano.

La familia está shockeada con la situación: "Un hombre de 38 años no debería haberse ido, su madre y yo estamos devastados. Cualquiera que haya perdido a un hijo no quiere que nadie más lo pierda por algo como esto" declaró Christhoper D'Helia, padre de la víctima, a la cadena ABC.

La Administración de Incendios de Estados Unidos, examinó casos similares entre 2009 y 2016, y señaló que los accidentes con cigarrillos electrónicos son poco frecuentes, sin embargo, la construcción y diseño de los mismos podrían hacer que algunos actúen como "cohetes en llamas", al momento en que la batería se estropee.

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