Su objetivo era matar. Así describen los medios locales, el actuar de Devin Patrick Kelley, de 26 años, indicado como el responsable de la masacre en Texas, durante este domingo en la parroquia baptista de Sutherland Spring.

Armado con un rifle Rueger AR,  vestido completamente de negro y con un chaleco antibalas, disparó a los fieles entre los que se encontraban niños, embarazadas, ancianos y familias completas. 

La matanza terminó con al menos a 26 personas fallecieron e hirió a otras 20 mientras que el resto de los asistentes arrancó descontroladamente. 

De acuerdo a las primeras pericias, el asesino sirvió a la Fuerza Área de Estados Unidos desde el 2009 al 2013. Estuvo al mando de trabajos de logísticas en una base de Nuevo México y su paso por la rama militar se terminó al ser condenado a 12 meses de confinamiento por violencia intrafamiliar, siendo dado de baja sin honores. 

Desde entonces, se dedicó a dar clases a niños de 4 a 6 años en colegio bíblicos y en establecimientos evangelistas donde la educación se basa en las sagradas escrituras. 

Asimismo, autoridades investigan el origen de la adquisición del arma con que realizó la matanza. Hace unos días, él mismo habría publicado una fotografía del rifle, en su perfil de Facebook, con la frase: "Ella es una puta mala".

Aún se desconoce si Devin Keller falleció producto por disparos de la policía o si se suicidó. 

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