La Agencia Nacional de Discapacidad de Argentina (ANDis) anunció que modificará una polémica resolución en la que definía las condiciones que debía cumplir cada persona con discapacidad para recibir ayudas estatales.

Esto ocurrió luego de que se generara polémica, y existieran distintas críticas al Gobierno de Javier Milei por los términos que se usaban en la resolución para definir a las personas con discapacidad cognitiva. 

La resolución establece límites para evitar fraude, es decir, que no existan personas que reciban dinero sin trabajar y sin tener una condición que se los impida. 

Qué dice la polémica resolución del Gobierno de Milei

El anexo I de la “Normativa para la evaluación médica de invalidez para las pensiones no contributivas por invalidez laboral” de la ANDis  explica que todas las personas que quieran acceder a este beneficio deben postular y cumplir ciertos criterios médicos.

“El objetivo es determinar la pertinencia del otorgamiento del beneficio por constatar incapacidad total y permanente”, explica el documento. 

Si bien el documento define distintos tipos de enfermedades física que hacen acreedor de la pensión a los beneficios, también se requiere a condiciones psiquiátricas o neurológicas. Pero en el documento se refiere a ellos como “retardos mentales”.

“Se trata de un déficit en el crecimiento mental y un trastorno cuantitativo caracterizado por escasez del desarrollo intelectual, afectivo y cognitivo-práxico”, dice el texto. 

Posteriormente, y lo más polémico del documento, es que hace una definición, según coeficiente intelectual (CI), para referirse a personas como “idiota”, “imbécil”, “débil mental profundo”, “débil mental moderado” o “débil mental leve”.

Así los define:

  • 0-30 (idiota): no atravesó la etapa glósica, no lee ni escribe, no conoce el dinero, no controla esfínteres, no atiende sus necesidades básicas, no puede subsistir solo.
  • 30-50 (imbécil): no lee ni escribe, atiende sus necesidades elementales, pueden realizar tareas rudimentarias.
  • 50-60 (débil mental profundo): solo firma, tiene vocabulario simple, no maneja el dinero, puede realizar tareas rudimentarias.
  • 60-70 (débil mental moderado): lee, escribe, realiza operaciones simples, conoce el dinero, puede realizar trabajos de escasa exigencia intelectual.
  • 70-90 (débil mental leve): cursó primaria y a veces secundaria, puede realizar tareas de mayor envergadura.
  • Fronterizos: los que tienen CI cercano al normal.

Tras la polémica, la ANDis anunció que modificaría los términos y aseguró que utilizaron palabras que “históricamente, se han utilizado en la medicina psiquiátrica para describir grados profundos de déficit intelectual, pero que, en la actualidad, han sido discontinuados”.

Desde la ANDIS queremos aclarar que la publicación de los términos en cuestión no tuvo ninguna intención discriminatoria, sino que se trató de un error derivado del uso de conceptos pertenecientes a una terminología obsoleta”, añadieron. 

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