Turistas y bañistas en las playas de Mallorca quedaron sorprendidos al encontrar el cuerpo sin vida de un tiburón de más de cuatro metros de longitud: La imagen no sólo sorprendía por la extraña situación, sino también por la enorme mordedura que presentaba en uno de sus costados.
El animal, que según especialistas era una hembra de cañabota gris, fue arrastrado por la corriente hasta la orilla. La directora de la Fundación Palma Aquarium, Débora Morrison, explicó al Diario de Mallorca que el ejemplar habría muerto mar adentro tras una interacción con actividades pesqueras, y no producto de un ataque en la playa.
La magnitud de la mordida encendió la alarma entre los presentes, quienes antes de que llegaran las autoridades locales aprovecharon de tomarse fotografías y grabar videos junto al animal.
No es la primera vez que un hallazgo de este tipo ocurre en la zona: En 2019, otra especie gris apareció en Puerto Portals con graves heridas, como cortes de arma blanca y la espina dorsal seccionada, posiblemente vinculados a actividades relacionadas a la pesca.
En los últimos años se ha reportado un aumento en la presencia de fauna marina —viva o muerta— cerca de las costas baleares. Aunque en esta ocasión el tiburón ya había fallecido, lo que más impresionó fue su tamaño y, sobre todo, el de la mordedura que marcaba su cuerpo.